La moratoria de multas en Madrid Central ha entrado en vigor esta mañana después de que el nuevo alcalde lo aprobara la semana pasada.
A primera hora de la mañana, 17 activistas de Greenpeace han cortado el acceso por la calle Alcalá a la zona de bajas emisiones. Los protestantes han permanecido encadenados en mitad de la calle durante más de una hora, hasta que finalmente han sido detenidos.
Los activistas sí han permitido el paso de autobuses y vehículos de emergencia porque quieren animar a los conductores a usar el transporte público. Recuerdan que Madrid Central sí funciona y que haya multas o no todos deberían respetarlo. Piden al Ayuntamiento que no acabe con una medida que ha conseguido bajar notoriamente los niveles de contaminación del centro de la ciudad.
Muchos ciudadanos han apoyado a los protestantes agradeciéndoles que defendieran lo que es de todos y aplaudiéndoles.
¡¡ACCIÓN EN DEFENSA DE #MADRIDCENTRAL!! Hoy es el primer día sin multas para los infractores que entren en la zona. Nuestros #activistas están en el punto de acceso de la calle Alcalá reclamando a @MADRID que mantenga esta medida contra la #contaminación. #MadridCentralFunciona pic.twitter.com/i7sHSh53s0
— Greenpeace Madrid (@greenpeace_madr) July 1, 2019
La intención de la ONG era permanecer allí hasta que Martínez-Almeida se reuniese con la plataforma en Defensa de Madrid Central. Sin embargo, antes de las 10 todos los protestantes han sido detenidos y desalojados.
El alcalde ya se ha pronunciado sobre la protesta asegurando que lo único que han conseguido ha sido provocar más atascos. «Hay que reconocer que es envidiable el tiempo libre del que disponen para poder hacer estas acciones» ha declarado Almeida, a lo que ha añadido «nosotros, como tenemos que trabajar, como tenemos que sacar los asuntos de los ciudadanos, pues no tenemos tiempo libre para sentarnos ahí encadenados».
La nueva medida se aprobó la semana pasada y el Ayuntamiento asegura que están trabajando en otras alternativas. Entre ellas, se encuentra una petición de reforzar los autobuses urbanos que pasan por la zona. Esta decisión, sin embargo depende de la Comunidad de Madrid. Además, se amparan para acabar con este sistema en que hubo 6.000 multas erróneas y que hay que cambiar eso. Por su parte, Greenpeace asegura que esas incidencias se solventaron antes del 17 de abril y que no ha vuelto a haber problemas.
La de hoy no ha sido la única protesta contra el fin de Madrid Central. El pasado sábado decenas de miles de personas salieron a la calle en plena ola de calor para protestar contra la decisión del nuevo gobierno de la ciudad. Es la primera protesta contra el alcalde, que tan solo lleva dos semanas en el cargo.