Una jugada antológica entre el capitán albirrojo y el flamante fichaje invernal del cuadro andaluz que firmó un doblete fueron suficientes y dan una victoria balsámica a un Algeciras que despeja fantasmas y los manda al equipo de Raúl que se mete en un buen lío.
Algeciras y Real Madrid Castilla se citaban en un Nuevo Mirador engalanado y con muy buena entrada bajo un día inmaculado para la práctica del fútbol. También, para recibir al equipo de Raúl González Blanco que se jugaba todas las posibilidades posibles. Quedar en tierra de nadie en caso de firmar la paz en suelo algecireño, meterse en un buen lío con una derrota más una combinación que se traducía en una posible victoria del Mérida en el estadio Romano ante el Castellón o bien una posible victoria para alejar fantasmas. Pues ese mismo objetivo tenía el Algeciras de Lolo Escobar que sabía que con una derrota volvería el «Run Run» en la grada ya que de caer derrotado el equipo del campo de Gibraltar estaría más cerca del descenso que del Playoffs de ascenso a LaLiga Hypermotion.
Ambos equipos comenzaron con chispa un encuentro que tuvo muy rápido la primera aproximación del partido. No corría ni el minuto uno cuando un balón a la espalda de Iván Turrillo estuvo a punto de traducirse en el primer gol del choque que evitaba un bien colocado Lucas Cañizares (hijo del mítico portero que jugó durante su trayectoria en el Valencia entre otros).
El Real Madrid Castilla intentaba contestar el buen inicio del Algeciras buscando, por mediación de un habilidoso Nico Paz, a Álvaro y Theo Zidane. Quería el Algeciras tener el protagonismo del choque, y lo iba a conseguir mediante la posesión de balón durante los primeros compases de un partido que desde antes de que comenzara era atractivo y más todavía cuando la pelota echó a rodar sobre el césped de un Nuevo Mirador a rebosar.
Tuvo el equipo de Raúl el primero en las botas de Theo Zidane tras un disparo que se marchó a escasos metros de la portería que defendía Marcos Lavín. Dominando el Algeciras y bien plantado en el terreno de juego un Real Madrid Castilla que tenía muy claro lo que venía a hacer en el Nuevo Mirador. Y eso se divisaba en el césped en cuanto a tácticamente estar impecable más buscar a Álvaro a través de un Nico Paz que ya sabemos por qué juega en el primer equipo del Real Madrid.
Corría el minuto 17. Minutos de sobra para hacer ver al espectador del encuentro que se tenían mucho respeto ambos equipos. El «Run Run» de la grada pesaba en el Algeciras y en el Real Madrid Castilla no querían bajo ninguna circunstancia tener que mirar al estadio Romano de Mérida pocas horas después para saber que pasaría entre el residente de este y el Castellón.
Un centro de Rafa Roldán pudo significar el 1-0 para un Algeciras que empezaba poco a poco, a fuego lento, a cocinar el miedo en el cuerpo de un Real Madrid Castilla que empezaba a dar señales de ir en el partido de más a menos.
El miedo lo olió el Algeciras. Como tiburón blanco huele la sangre. Y es que amigos y amigas, cuando la pelota le llega al número ocho del conjunto albirrojo nada más y nada menos que al capitán Iván Turrillo solo puede significar cosas buenas para un Algeciras que mediante Javi López Pinto se adelantaba en el Marcador. Porque decimos esto del Capi del Algeciras. Muy fácil, muy sencillo. La cogió en el medio campo, se coló entre dos e hizo el tuya mía con un Javi López pinto que en el mano mano ante Lucas Cañizares, después de una jugada excelsa entre el Capitán Iván Turrillo y este, Javi López Pinto pudiera definir de manera brillante por abajo y raso un disparo al que nada, absolutamente nada pudo hacer el guardameta de un conjunto blanco al que se le encendían todas pero todas las alarmas. Ya que perdía y si el Mérida, como decíamos antes ganaba después iban a coquetear con un infierno que cada vez sus esclavos como Atlético Baleares, Linares Deportivo y Mérida parecían casi salir de el.
El Algeciras, muy cómodo tras el gol, buscaba el segundo para intentar conseguir una renta mayor mientras que el equipo del Di Stefano parecía no dar señales de vida. Solo Nico Paz, solo contra el mundo, parecía tener algo de ideas en unos últimos 45 minutos en los que el Algeciras se fue con ventaja a vestuarios
Tras el descanso, vimos la misma tónica en una segunda mitad en la que el Algeciras tuvo el segundo en la botas de Eric Montes nada más comenzar esta. Aunque el centrocampista ex del Nástic de Tarragona estaba en posición antirreglamentaria y no pudo materializar el segundo de un choque que con el paso de los minutos era más albirrojo que blanco.
Pero… de nuevo él. Oh capitán, mi capitán es lo que dicen los aficionados algeciristas. Pues eso cantaba todo el estadio cuando en el minuto 52 de partido Iván turrillo se hizo hueco en el área, después de un gran regate deshaciéndose de dos rivales, para poner el 2-0 con un disparo raso y por abajo que se colaba entre las piernas de Lucas Cañizares poniendo casi la sentencia a un partido que era de dominio total por parte del Algeciras de Lolo escobar.
Mario García pudo poner en el 60 la sentencia definitiva tras un potente derechazo pero no estuvo fino en un remate que se marchaba por encima de la portería de un Lucas Cañizares que no tenía su mejor día al igual que sus compañeros. Como decíamos en la primera parte solo Nico Paz parecía tener la brújula de un Real Madrid castilla que cada vez se encontraba más perdido en el partido.
Muy desdibujado el cuadro de Raúl González Blanco que pese a los cambios no daba con la tecla para poder intimidar o amilanar a un Marcos Lavín que tenía muy poco trabajo en el día de hoy en un partido en el que la única ocasión clara del partido la tuvo un Nico Paz a 15 minutos del final que estuvo a punto de recortar distancias pero se quedó en eso, en un casi.
Y cuando parecía que el Real Madrid Castilla intentaba reaccionar bajo mínimos, llegó la sentencia del encuentro a través de un Javi López Pinto estelar que firmaba un doblete y un tercer gol para el Algeciras y segundo en su cuenta particular de como dirían los argentinos auténtico pillo quitándosela al cancerbero madridista de las manos para a placer establecer el definitivo 3-0 en el marcador y finiquitar un encuentro que pone al Algeciras con el objetivo prioritario de la temporada casi amarrado que es la permanencia y soñar porque no con ser candidato al playoffs de ascenso a LaLiga Hypermotion que sería un sueño para los de un Lolo Escobar feliz que ve como su homólogo Raúl González Blanco y los suyos se complican gravemente la vida.
