El Partido Socialista (PSOE) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) han cerrado un acuerdo crucial que despeja el camino hacia la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno de España. Este pacto incluye una serie de compromisos que comparten un enfoque común en la mejora de la convivencia y la calidad de los servicios públicos. Félix Bolaños, ministro de la Presidencia en funciones, destacó la importancia de estos acuerdos y subrayó que aseguran la estabilidad de la legislatura.
El punto central del acuerdo se centra en la Ley de amnistía, cuyos detalles se mantienen confidenciales hasta que se cierre el acuerdo con otras fuerzas políticas que deseen presentarla en el Parlamento. Esta ley busca promover la convivencia en el marco de la Constitución Española.
Además, se acuerda la creación de una nueva mesa de diálogo integrada por el PSOE y ERC, la cual servirá para facilitar y dar seguimiento a las conversaciones y acuerdos en el ámbito político. También se establecerá a una figura de prestigio como mediador para desempeñar un papel importante en este proceso.
En otra área, se acuerda la transferencia de la gestión de Rodalies (Cercanías catalanes) a la Generalitat de Cataluña a través de la creación de una nueva empresa cuyo consejo de administración estará compuesto en igualdad de condiciones por el Gobierno central y el Govern. Sin embargo, los acuerdos estratégicos requerirán un apoyo mayoritario.
El pacto incluye la condonación de una deuda de 123 millones de euros que la administración catalana debe a Renfe, así como la condonación de una deuda autonómica de 15.000 millones de euros, además de otros 1.300 millones de euros en intereses que Cataluña estaba obligada a pagar. Esto permitirá a Cataluña financiarse de manera más sostenible y también recibirá fondos adicionales para áreas de competencia específica, como los Mossos d’Esquadra y los órganos judiciales.
Salvador Illa, líder de los socialistas catalanes, justificó este acuerdo como una forma de garantizar un gobierno de izquierda y evitar que la derecha y la ultraderecha tengan opciones en el poder. También destacó la importancia de avanzar hacia la convivencia y la normalización política en Cataluña, dejando atrás años de conflicto y falta de diálogo.
El acuerdo entre el PSOE y ERC no solo detalla las medidas acordadas, sino que también proporciona un relato conjunto del conflicto político en Cataluña. Se enfatiza la importancia de resolver este conflicto fuera de los tribunales y encontrar soluciones con un amplio consenso social y parlamentario, al mismo tiempo que se legitiman todas las posturas políticas democráticas y los derechos de quienes las defienden.
El documento reconoce que el inicio del conflicto se remonta a la suspensión de varios artículos del Estatuto de Cataluña por parte del Tribunal Constitucional en 2010, lo que generó un debate sobre las legitimidades parlamentarias y constitucionales en una democracia avanzada y un Estado de Derecho.
