La artista catalana enloqueció con sus canciones a las miles de personas que llenaron el auditorio de Castrelos horas antes de su actuación.
Bad Gyal fue la encargada de inaugurar este jueves la parte musical del festival O Marisquiño. Actuó en Castrelos ofreciendo un concierto enmarcado también en la programación de Vigo en Festas.
La artista catalana convirtió la cita en una fiesta del perreo de casi 90 minutos de duración que disfrutaron miles de asistentes. Según el alcalde de Vigo, Abel Caballero, se congregaron más de 65.000 personas.
La expectación fue tal que al mediodía las gradas ya estaban a rebosar y había largas colas para acceder a la platea. El público era mayoritariamente joven, con muchos menores entusiasmados por ver en directo a Bad Gyal.

Una diva segura y poderosa
Con un retraso de casi 15 minutos Bad Gyal se subió al escenario entre los gritos de euforia de sus seguidores y acompañada por su cuerpo de baile. Una detrás de otra y casi sin pausa sonaron las primeras canciones, entre ellas Blin blin, Slim thick, Pussy y Gasto.
La artista se dirigió al público para agradecer el cariño y dejando claro cuál era su propósito. “Sé que lleváis todo el día aquí. Os he visto esperando y de verdad que os lo agradezco un montón. Ahora lo que me queda es haceros disfrutar. Siempre digo que mis conciertos son una fiesta”, señalaba.
La artista se mostró muy segura sobre el escenario, pisando con fuerza. Dejó claro que es la reina del perreo y que mueve el culo como nadie. Como buena diva no faltó el ventilador, reforzando su imagen de poderío.

Baile, luces y humo
Si por algo brilló el concierto fue por la puesta en escena y el potente espectáculo, que motivó al público a perrear al ritmo de los hits de Bad Gyal como Chulo, Mi Lova, Santa María o Flow 2000. Su música se caracteriza por la fusión de géneros como el reguetón, el dancehall y el trap.
Destacaron las coreografías que ejecutó junto a su cuerpo de baile, las explosiones de humo y chispas, y los juegos de luces. Además, durante Bota niña una proyección ‘envolvió’ los árboles situados en las gradas. Una estampa mágica que pilló a todos por sorpresa y que disfrutaron sobre todo los asistentes que estaban en la platea. También sin esperarlo se lanzaron camisetas en una de las explosiones de humo.

Aunque Bad Gyal estuvo en el centro del escenario y en el foco de atención, en Sexy concedió un momento de protagonismo a cada uno de sus bailarines. Una buena manera de presumir con orgullo de los profesionales que la acompañan y potencian el espectáculo.
Público desatado y enloquecido con cada suspiro
Los asistentes estaban eufóricos incluso antes de que apareciera Bad Gyal en el escenario. Los gritos de emoción fueron constantes y ni siquiera hacía falta que empezara a sonar un tema, bastaba con verla. Una legión de fans que se rindió a los pies de la artista.

El público demostró conocer bien toda la discografía: Zorra, El sol me da, Qué rico, La prendo, Toto… No se les resistió ninguna canción y lo dieron todo cantando y perreando. También pusieron su granito de arena al espectáculo encendiendo las linternas de los móviles mientras sonaba Candela.
Además, alucinaron con los movimientos de culo de Bad Gyal en temas como Bombón y los primeros planos que mostraban las pantallas. Las canciones que cerraron el concierto fueron de las más coreadas y esperadas por los fans. La que no se mueva, Alocao y Fiebre despidieron la cita.
