Miles de personas se congregaron en Castrelos para seguir el concierto de Alejandro Sanz, que hizo una parada en Vigo con su gira Sanz en Vivo.
Alejandro Sanz se encuentra inmerso en la gira Sanz en Vivo con la que está recorriendo el mundo. Hizo una parada en Castrelos este jueves 27 de julio, una fecha muy especial y esperada. El artista madrileño regresó a Vigo y acudió acompañado por su banda y con sus hijos Alexander y Manuela presentes entre el público.
La gran expectación provocó que el auditorio se llenara rápidamente, registrando una afluencia que el alcalde de Vigo cifró en más de 90.000 personas. El fervor por disfrutar de la música de Alejandro Sanz incluso llevó a algunas personas a acampar durante días para conseguir las mejores localidades.
La primera vez de Alejandro Sanz en Castrelos
Con 15 minutos de retraso y al ritmo de No es lo mismo Alejandro Sanz dio la bienvenida al público. «¡Qué maravilla de sitio! Nuestra primera vez aquí en este lugar, espero que no sea la última», apuntaba el artista.
El concierto fue un repaso por su trayectoria musical en el que no faltaron sus grandes clásicos. Además, el artista cedió en varias ocasiones el protagonismo al público, que lo dio todo desde el principio, y a los miembros de su banda que le arroparon en el escenario durante las dos horas que duró el recital.
Los asistentes cantaron todas las canciones que conocían aunque a veces resultara complicado seguir a Sanz por los cambios que hacía en directo. En canciones como Mi marciana el artista puso el micrófono al público para dejarles cantar solos.
Llamado a las ‘meigas’
En el concierto hubo momentos de intensidad e intimidad que emocionaron a más de un asistente. Con Alfonso Pérez al piano comenzó interpretando El alma al aire. «Vamos a llamar a las meigas», señalaba Sanz.
Otra clásica estampa que deja los pelos de punta es ver el auditorio iluminado con las luces de las linternas de los móviles. Ocurrió de forma más multitudinaria con Desde cuando, Cuando nadie me ve y Amiga mía.
Alejandro Sanz también consiguió hacer bailar al público con Deja que te bese. Otras de las partes más movidas y animadas llegó de la mano de Looking for paradise, que interpretó a dúo con su corista Karina Pasián.
Sanz se permitió jugar con las canciones, dándole un toque diferente al conocido y dándole a algunas tintes flamencos, urbanos o poperos. Con Corazón partío, que cerró la primera parte del concierto, animó al público a ser partícipes y cantar siguiendo el nuevo ritmo.
El cumpleaños de Manuela en Vigo y la despedida de Castrelos
Tras Corazón partío, Alejandro Sanz y su banda abandonaron el escenario pero no tardaron en regresar ante la petición del público de que cantara alguna canción más. Aprovechando los últimos minutos de jueves que quedaban y antes de pasar al viernes 28 de julio, Sanz interpretó Viviendo deprisa, empezando él solo con la guitarra.
La canción duró lo justo para que pasaran ya unos minutos de las 00:00 horas y poder felicitar a su hija Manuela, a la que abrazó en el escenario mientras los asistentes le cantaban el cumpleaños feliz. Esta coincidencia hizo que la cita fuese aún más especial y se les vio a ambos muy emocionados. Abandonaron juntos el escenario, pero todavía quedaba concierto.
Alejandro Sanz sorprendió y emocionó interpretando al piano ¿Lo ves? iluminado con las luces de los móviles del público. El artista se despidió de Vigo con Mi soledad y yo, Y, ¿si fuera ella? y Ese último momento. Una explosión de confeti marcó el final del multitudinario concierto que reunió tanto a niños como mayores en Castrelos.
