Maverick Viñales se despide de un amargo Gran Premio de Estiria sin puntuar tras haberse visto obligado a tirarse de su moto a 230km/h.
Si el pasado Gran Premio de Austria terminaba con susto para Maverick Viñales, el Red Bull Ring no parece haberle facilitado el terreno en el segundo fin de semana de carreras. Tras los correspondientes entrenamientos libres del viernes y sábado, todo apuntaba a que los problemas en Yamaha pasaban por los frenos.
Sin frenos
Así se confirmó el domingo, cuando nada más entrar en la curva 1 el piloto español se tiraba de su moto a 230 km/h. “No me ha pasado nunca. El fin de semana pasado me funcionó bien y estaba detrás de más motos y hacía más calor. Hoy ha sido así. Desde la vuelta cuatro me iba quedando sin frenos e iba regulando«.
Lo que desde fuera se ve como algo impactante, para el piloto era una decisión clave para la que no quedaba remedio. «No te puedes quedar en la moto cuando sucede algo así. Te tienes que tirar y después ya frenarás. No es que no hubiera freno, es que se ha roto y me he tenido que tirar directamente«, afirmaba el de Yamaha.
Sangre fría
Viñales aseguraba haber percibido el fallo del freno desde la cuarta vuelta, a partir de la cual intentó empujar con el fin de terminar el Gran Premio con algún punto. «He sido cabezón. No quería entrar en boxes, quería seguir y seguir para al menos rascar algún punto. Frenaba y el freno hacía tope. Ya frenaba con el trasero. Ha habido una vez que me he colado en la curva 4, cuando he levantado la mano. Luego he ido tranquilo, los frenos me han vuelto a coger y he pensado que se había solucionado el problema. Pero de golpe, otra vez ya no había frenos».
No obstante, y tal y como afirmaba más tarde, «de miedo nada». «He sentido mucha rabia porque no he podido hacer nada. El freno ha desaparecido y no lo he pensado, me he tirado de la moto. Pero no he sentido miedo porque los circuitos son lo suficientemente seguros para que si tienes un problema así no tenga consecuencias”, concluía el piloto español.