Mantenernos sin kilos de más y con un buen estado de forma no es la única preocupación de la gente. Cada vez más, nos fijamos en cada detalle de nuestro cuerpo. El ser humano se está convirtiendo en muy presumido y se cuida cada pequeño detalle del cuerpo, algo que no sucedía antiguamente.
Los “juanetes” resultan ser una de las mayores preocupaciones en los pies, aunque no son las únicas que estéticamente tanto les preocupan. Las patologías más comunes resultan ser los juanetes y la metatarsalgia, es decir, dolor en la base de los dedos de los pies. Unas patologías que se unen a las tratadas mediante la cirugía de pie o cirugía percutánea de pie como son las deformidades de los dedos –los dedos de garra o dedos en martillo-, el juanetillo de sastre que una deformidad similar al juanete pero que afecta al quinto dedo, el Hallux rigidus que es una artrosis que afecta al dedo gordo, el espolón calcáneo que es una prominencia ósea que se produce en el talón o el neuroma de Morton que es un engrosamiento del nervio interdigital en el espacio que existe entre el tercer y cuarto dedo del pie.
Las pequeñas deformaciones en el pie o en ambos pies pueden provocar graves problemas en las personas. Al día podemos llegar a dar más de 10.000 pasos y esto sumado al cumulo de todo un año puede llegar a provocar una alteración en la biomecánica de la persona y afectar así a los mecanismos compensadores tanto óseos como musculares o tendenciosos y doler mucho.
La cirugía del pie muy variada. Existe una gran variedad de operar una misma patología y todas ellas pueden ser efectivas sin problemas. Cada especialista tiene la suya propia, lo importante es saber realizarlas correctamente como diagnosticarlas e indicar el tratamiento que precise.
En general, la cirugía de pie es cada vez menos invasiva gracias a los avances tecnológicos que han permitido en la mayoría de los casos una reducción drástica del dolor y la inflamación así como una recuperación mucho más rápida posteriormente a la operación. El Dr. Fco. Javier Carrillo Piñero, traumatólogo y especialista en cirugía de pie, y sus clientes han visto cómo ha evolucionó estas operaciones a lo largo de los años. Hace unos años las operaciones de cirugía de pie eran totalmente diferentes.
El origen de la reputación de dolores terribles y enormes dificultades de movilidad tras operar viene de las cirugías cuyas anestesia apenas se notaba hasta bien entrados los años 90. Experiencias de entonces que se transmitieron a las siguientes generaciones instalándose así en el subconsciente de los pacientes aunque esto mejorará.
Los traumatólogos actuales y el avance de la anestesia han permitido que evolucionen las técnicas quirúrgicas. La mayoría de las cirugías actuales se realizan de forma ambulatoria, es decir, una cirugía mínimamente invasiva con un conjunto de técnicas que están concebidas para minimizar el daño.
Prácticamente, en la totalidad de los casos se utiliza anestesia loco-regional, desde el tobillo hacia el pie, con lo que se disminuye así de forma muy significativa las posibles complicaciones que tienen otro tipo de técnicas anestésicas. Una vez realizada las intervenciones ambulatorias, en los quirófanos se realizan a los pacientes aquello que necesita para recuperarse. Cada caso, siempre será diferente y se debe realizar un seguimiento antes y después de la técnica quirúrgica.
