“El orgullo de ser presidente del Gobierno no es mayor que el de ser secretario general del PSOE”, ha afirmado Pedro Sánchez en Sevilla. Le acompañaban Juan Espadas, Susana Díaz y Josep Borrell en lo que parecía ya el estallido de la campaña electoral que puede llevar a los socialistas a revalidar la Presidencia del Gobierno.
Pedro Sánchez era recibido a gritos de ¡Presidente! ¡Presidente! También de ¡Guapo!”, aunque esto “es más gratificante que emocionante”, según él. Aseguró que «España necesita un gobierno centrado en atajar los casos de corrupción, la desigualdad social y la convivencia entre españoles». Volvió a llamar al voto, incluso a aquellos que no les han votado nunca, frente a aquellos que quieren «encarcelar a España en la Plaza de Colón». Apeló a la “buena gente de este país” que está preocupada por los problemas de los jóvenes, de las pensiones, de la desigualdad social, etc. «En este país discutimos por todo, pero la buena gente lo hace para solucionar los problemas, no como quiere la derecha”. “Yo no quiero una España en la que las mujeres salgan asustadas por la noche por lo que se van a encontrar, no quiero que tengan que elegir entre ser madres o desarrollarse profesionalmente, no quiero que tengan que resignarse a cobrar menos que sus compañeros”, levantando a un público entregado al grito de “¡Presidente!”. Aseguró que volverían a plantear los Presupuestos y que van a “plantear una reforma de la Constitución para blindar las pensiones”.
“Los líderes independentistas prefieren a un gobierno de derechas en Moncloa”, esta era la idea en la que ha centrado su discurso sobre Catalunya. “La independencia no se va a producir porque los catalanes no quieren la independencia”, asegurando también que ni la Constitución ni el Estatuto de Autonomía de Catalunya recogen esta posibilidad. “El orgullo de ser presidente del Gobierno no es menor que el de ser secretario general del PSOE”, ha sentenciado.
Antes le han precedido el alcalde de Sevilla, la secretaria general del PSOE andaluz y el ministro de Asuntos Exteriores y Unión Europea. ¡Bienvenidos a la ciudad más bonita del mundo! Así empezaba el mitin Juan Espadas, en su mejor semana al frente del Ayuntamiento de Sevilla tras el éxito rotundo de la WTTC y la salvación de MercaSevilla gracias a un acuerdo con el Gobierno de Pedro Sánchez. “Los servicios de nuestra ciudad han recibido recursos y estrategias de campaña”. “Estoy convencido de que nuestro camino está trazado” y que “Sevilla es el bastión de los éxitos de nuestro partido”. Espadas estaba eufórico -no le faltan razones- y se notaba, ya que su tono era mucho más mitinero que en otras ocasiones.
En esta línea también se encontraba Susana Díaz, como pocas se la ha podido ver, centrando su discurso en «espinita» que se tienen que quitar los andaluces con la victoria en las próximas elecciones tras el triunfo del «trifachito». “Cuando los socialistas nos relajamos, la derecha vuelve. Andalucía no se acostó de izquierdas y se levanto de derechas. Tenemos que votar para que no vuelva la derecha más cruel». Atacando duramente a l presidente de la Junta de Andalucía: “Juanma Moreno no es presidente de la Junta porque le hayan votado los andaluces, sino porque ha querido Abascal y hará tiene que pasar por el aro”. “No creen que familias diversas y distintas deben tener igual de oportunidades». La parte más emocional empezó cuando aseguró que “Tres señores en tres despachos de Madrid han hecho lo peor que se puede hacer en nuestra tierra: saltarse nuestro Estatuto de Autonomía. Llamó a la movilización del electorado que será clave el 28 de abril: “Echémonos la bandera verde y blanca de nuestros padres y abuelos y pidamos una sociedad más igualitaria”.
Josep Borrell, Pepe para el PSOE, alabó a los andaluces “que también construyeron Catalunya”, en su presentación como candidato de los socialistas a las elecciones europeas. “Yo les vi llegar -los andaluces- y esa gente hizo mi país”, en un discurso que ha conmocionado a un auditorio que estaba en un sepulcral silencio escuchando al Borrell más sentimental. Ha contado que, al llegar a Sevilla, recordó que él inauguró la Estación de Santa Justa cuando era ministro de Felipe González.
Con un cierto deje de ironía y otro de simpatía ha comentado a la líder de los socialistas andaluces que «¡Hay que ver Susana el nervio que tienes!». Ante las risas y aplausos, pidió que no lo hicieran porque “el tiempo en un mitin hay que usarlo, no para que nos aplaudan los que ya sabemos que están con nosotros, para que cada uno de vosotros tenga argumentos y dé su propio mitin”. Ha denunciado las estrategias del independentismo catalán y la derecha que “pretenden enfrentar a las sociedades”.
