La actriz sorprendió a los presentes en la rueda de prensa de los ‘Premios Feroz’ en un monólogo en el que negaba la crisis sanitaria actual: «Esto no es una pandemia, es una plandemia».
Sin mascarilla y sin censura asistió la actriz Victoria Abril a la rueda de prensa de la presentación como Premio Feroz de Honor 2021. La que iba a ser una entrevista centrada en el plano artístico acabó convertida en una asamblea negacionista, en la que la actriz dio voz a acusaciones y teorías mayoritariamente alejadas de la realidad sobre la situación sanitaria española y francesa, país en el que vive y ha desarrollado parte de su carrera.
Imponiendo su opinión, Victoria no dio la posibilidad a los allí presentes de exponer sus respuestas y argumentos. No llegó a convertirse en debate puesto que se trataba de un monólogo. Los periodistas, observando el giro de la rueda de prensa, decidieron llevar sus preguntas al ámbito pandémico y así Abril pudiera seguir dando rienda suelta a su imaginación en cuanto al coronavirus o «coronacirco», como ella prefiere llamarlo: «Llevo un año callada y no puedo más».
Con aires didácticos, la actriz daba lecciones a los compañeros de escenario: «Sí cariño (…) entra en Internet y métete en foros científicos (…) y aprenderás unas cosas impresionantes», respondía a Rafael Sánchez Acera, alcalde de Alcobendas.
Entre las acusaciones más polémicas se encuentran datos de todo tipo. ¿Qué rasgos de realidad se esconden bajo esas teorías?
En primer lugar, justo al inicio de la rueda de prensa, un periodista decidió quitarse la mascarilla para dirigirle la palabra a la actriz y acto seguido ella respondió «Ay, sí, basta ya esta farsa». Esta expresión es bastante recurrente para los negacionistas. Las mascarillas son elementos esenciales para evitar la propagación del virus, actúan como filtro para la emisión de aerosoles. Un estudio realizado por la Universidad de Singapur ha concluido que si el 70% de la población utilizara mascarillas en público de manera constante, la pandemia acabaría erradicándose.
«Los millares de euros que nos ha dado la UE se los ha quedado Amazon»
El Plan de Recuperación Europea se trata de la ayuda proporcionada por la Unión Europea para reparar en la medida de lo posible los daños económicos causados por la pandemia. España en concreto recibirá 80.000 millones de euros en subvenciones hasta 2023, debido al alto grado de afectación por la pandemia. Esa ayuda irá destinada a la recuperación del país, con una situación económica de las más castigadas de Europa, de hecho cuenta con un plazo hasta 2026, de manera que se asegure que su uso se establece para paliar la crisis sanitaria.
«Mi hijo tiene miedo de pasármelo (virus), pásamelo, yo tomo prevención cada invierno, yo no agarro ni la gripe»
Nadie está fuera de peligro con la COVID-19. Han enfermado personas sin patologías previas, con sistemas inmunológicos fuertes, personas jóvenes… El principal problema de este virus es su afectación a las células de los pulmones, por lo que a pesar de ser personas sanas puede que la constitución genética pulmonar afecte gravemente en el estado de salud al ser infectado de coronavirus.
«En Francia hay cada año 600.000 muertos, la primera epidemia fueron 30.000 muertos, confinados y sin mascarilla; la segunda, 30.000 muertos, confinados y con mascarillas; y la tercera, confinados, con vacuna, vamos a tener 40.000 muertos»
La cifra de 600.000 muertes anuales en Francia no es falsa. Según datos del INSEE (Institut national de la statistique et des études économiques) de Francia, en 2020, 658.000 personas murieron en este país. Sin embargo, se trata de 45.000 más que en 2019, un aumento del 7,3%. De las personas que fallecieron, 64.759 lo hicieron a causa del coronavirus, según datos del Coronavirus Global Cases.
«No son vacunas, son unos experimentos sin probar». «No sabemos nada de los efectos secundarios ni a corto ni a medio ni a largo plazo»
Actualmente las vacunas que se están utilizando en Europa han sido aprobadas de manera oficial por la Agencia Europea de Medicamentos y para conseguirlo deben pasar por una serie de fases obligatorias. En primer lugar se procede a la fase exploratoria, donde el virus se analiza en los laboratorios, además de estudiar su afectación y secuencia genética. Esta fase suele durar años, sin embargo China compartió la secuencia genética de antiguos brotes de SARS, lo que agilizó la investigación. Posteriormente se realizaron pruebas en animales, para garantizar una segura respuesta inmunológica ante la vacuna. Y finalmente se comenzó a administrar en humanos que se prestaron voluntarios, en grupos progresivamente más numerosos (un total de 43.000 voluntarios en las vacunas de Pfizer y BioNtech, 15.400 para Moderna y 24.000 voluntarios para AstraZeneca), prestando atención a la respuesta inmunitaria, cantidad de dosis y posibles efectos secundarios.
El proceso de creación de la vacuna ha sido bastante más rápido que el procedimiento habitual, pero no ha sido causado por la ausencia de pruebas o eliminación de fases, sino por la cooperación internacional, tanto de investigación como económica.
«La solución es volver a la inmunidad colectiva»
Para lograr la inmunidad colectiva o “de rebaño” sin utilizar la vacuna como medio sería necesario que la mayoría de la población se contagiara de este virus de manera natural, adquiriendo los anticuerpos necesarios para lograr la inmunidad. Esta estrategia podría parecer perfecta si no se tiene en cuenta la repercusión nefasta que podría llegar a tener en las vidas de las personas que contraigan la enfermedad. Es un virus aún desconocido en ciertos aspectos y sería imposible adivinar a qué personas afectaría de manera leve y a quienes podría llegar incluso a costarle la vida. Esta estrategia sería demasiado arriesgada.
Todas estas declaraciones desafortunadas acabaron con un comunicado de Los Premios Feroz en el que se desvinculaba de esta información negacionista, afirmando que por su parte los protocolos sanitarios se realizarían siguiendo las todas las recomendaciones del ámbito sanitario. Finalmente Victoria Abril, tras ser vetada en la alfombra roja por no querer llevar mascarilla, pidió perdón en el escenario de los premios celebrados en la noche del pasado martes»Siento mucho y pido disculpas si en la rueda de prensa he ofendido a los que han perdido a sus seres queridos. Os juro que no ha sido mi intención«.
Es necesario medir las palabras cuando se habla públicamente de un virus que ha acabado con la vida de miles de personas en todo el mundo, y es fácil hablar de algo que no se ha vivido de cerca.