Los de Diego Martínez consiguieron un punto con un golazo de Kenedy en La Cerámica en un partido muy condicionado por el VAR.
Se veían las caras Villarreal y Granada en el Estadio de La Cerámica para disputar la decimonovena jornada de LaLiga Santander. Ambos conjuntos se presentaban en el partido para afianzarse en puestos europeos después de resolver sus eliminatorias de Copa del Rey. El Villarreal tras conseguir la victoria por 0-1 frente al Tenerife, al igual que el Granada, que resolvió su duelo ante el Málaga por 1-2. Unai Emery apostó por un once plagado de mediocampistas condicionado por la baja de última hora de su máximo artillero, Gerard Moreno, dando la titularidad a Fer Niño.
Arrancó el encuentro con un Granada muy valiente buscando arriba a un Villarreal fiel a su estilo de sacar la pelota jugada. El equipo de Diego Martínez realizaba una presión intensa en tres cuartos de campo haciendo que el Villarreal tuviese constantemente dificultades para conectar con sus jugadores atacantes. Y en la primera clara del partido, los andaluces se adelantaron en el marcador. Un balón largo de Germán a la espalda de la defensa amarilla fue cazado por Soldado. El ariete, a la carrera y después de orientarse la pelota con la cabeza, batía por bajo a Asenjo para poner el 0-1 en el marcador en el minuto 20.
Lejos de amedrentarse, el conjunto castellonense dio un paso adelante y empató el encuentro solo nueve minutos después. Rubén Peña, que estaba siendo el más activo de los locales, recibió el balón dentro del área y después de recortar en dos ocasiones a Neva, conectó un fuerte derechazo cruzado para poner el empate en el marcador. Con el 1-1 en el marcador, el Villarreal comenzó a tener posesiones más largas frente a un Granada que optó por dosificar sus esfuerzos y colocarse en bloque bajo. Y con el submarino amarillo más dominador pero con un Granada muy seguro atrás, se llegó al final del primer acto sin ocasiones.
Comenzó la segunda mitad sin cambios y con la misma tónica que la primera parte. El cuadro nazarí realizando una presión alta dificultando constantemente a los locales la circulación fluida de balón. Aunque el submarino amarillo encontró en un par de ocasiones el área de Rui Silva en dos jugadas que acabaron en polémica. La primera un centro de Moi que impactó en el brazo de Domingos, pero el colegiado indicó que siguiera el juego. La segunda, en el 64, con un balón atrás que Pedraza no consiguió conectar, trastabillado por Foulquier.
En primera instancia, Pizarro Gómez no señaló infracción alguna, pero tras ser avisado por De Burgos Bengoetxea desde el VAR y revisar la jugada, el árbitro decretó pena máxima. Moi Gómez fue el encargado de transformar el penalti por el centro de la portería de Rui Silva. El Villarreal conseguía darle la vuelta al marcador. Sin embargo, el Granada supo reponerse al resultado e hizo honor de su lema ‘eterna lucha’. Kenedy, que había entrado en la segunda mitad, realizó un eslalon desde la parte derecha hacia dentro y conectó un zurdazo espectacular que se coló por la escuadra izquierda de la portería de Asenjo. El conjunto de Diego Martínez ponía el 2-2 a quince minutos del final.
Pero no todo iba a quedar ahí. En la última jugada del partido, llegaría la jugada más polémica del partido. Una internada de Pino dentro del área acabó con el jugador canario por los suelos y aunque el colegiado decretó que el delantero se había dejado caer, el VAR volvió a intervenir para avisar a Pizarro Gómez. Y el árbitro, después de ver el contacto de Eteki, que fue expulsado por protestar, señaló una nueva pena máxima. Esta vez fue Paco Alcácer, que reapareció después de su lesión, el encargado de lanzar el penalti. Pero esta vez el guardameta del Granada adivinó las intenciones del delantero español y desvió el lanzamiento. El portugués salvaba un punto para su equipo y mantuvo el 2-2 en el marcador, con el que se llegó al final del encuentro.
Con este empate Villarreal y Granada se mantienen en la lucha de los puestos europeos. Los castellonenses quedan como quintos clasificados con 33 puntos, mientras que los nazarís consiguen los 28 puntos. Récord histórico de puntaje del Granada en una primera vuelta de la Primera División Española.
