Vitoria volverá a ser testigo de un nuevo título de Liga tras una década de espera ante la parroquia blaugrana
La Historia resulta tan caprichosa que puede llevar un ciclo para su repetición o en su defecto, desafiar y ganar al hipotético destino. Mientras que días atrás, el espíritu del 2005 y Alberto Herreros era una de las grandes esperanzas del Real Madrid acabó convirtiéndose en pesadilla.
Al contrario que los blancos, el Baskonia tenía marcado a fuego la mítica canasta de Fran Vázquez que supuso la victoria ante el vigente Campeón de Euroliga en aquel momento, el F.C. Barcelona. Aquel equipo dirigido por Xavi Pascual consiguió un doblete gracias al labor de un equipo que funcionaba como un perfecto engranaje, entre los que destacaban Juan Carlos Navarro y Ricky Rubio.
Una década después, el conjunto vasco ha vuelto a tener como contrincante a un conjunto culé lleno de estrellas. No es para menos, la directiva realizó un sonoro desembolso en jugadores con caché como Nikola Mirotic o Alex Abrines. La regularidad fue vigente en las fases regulares de Liga y Copa, pero han sufrido un año en blanco.
Fueron vapuleados por el Real Madrid en la Supercopa y fueron apeados en Cuartos de Final de la Copa del Rey. Para colmo, se quedaron a la orilla del Campeonato de liga. Parecía que tenían más cerca un título del que dos de sus grandes rivales, el Real Madrid y el Casademont Zaragoza fueron apeados.
"Campeones" y botellas al aire.
¡El Kirolbet @Baskonia lo celebra en el vestuario!#LigaEndesa pic.twitter.com/sJFHkENRPV— Liga Endesa (@ACBCOM) June 30, 2020
Nada más lejos de la realidad, los culés bajaron los brazos a niveles excesivos en la segunda parte. La canasta final de Luca Vildoza a tres segundos del final y el posterior triple fallado por Cory Higgins fue la consecuencia final del esperpento vivido.
No obstante, por parte de Baskonia y de su entrenador, Ivanovic, es el premio al sufrimiento. Robar, correr y defender más que el rival. La ilusión engranada en la disciplina dio sus frutos a un equipo que demostró la importancia del estado de forma físico para este desafío tan inusual.
Dicho reto está a la altura de un Bartomeu que «huyó» a Valencia para evitar el declive de la sección de fútbol para observar la sequía de títulos que está experimentando el club blaugrana. Sin duda, la necesidad de cinco Ivanovic en la cancha ayudarían a la vuelta a la victoria.