El Real Madrid consiguió ampliar, en el Palau Blaugrana, su palmarés a 35 títulos ACB, aumentando de esta manera su hegemonía en los últimos años en esta competición. Facundo Campazzo fue el MVP de la final.
El encuentro comenzó tal y como el del miércoles, el conjunto blanco dominó claramente el primer encuentro. Sin embargo, el cuadro «culé» terminó el primer cuarto arrasando a los de Pablo Laso con un parcial de 11-1 con Pangos como protagonista que consiguió siete puntos del tirón. Esto les llevó a quedarse a un punto del Real Madrid, 19-20. Llull no era el jugador con desparpajo que estamos acostumbrados a ver, no entraba con la misma explosividad que siempre vemos. Pero no fue hasta le minuto 12 cuando los de Barcelona se pusieron por delante con 27-26. Y cuando todo parecía indicar que el Barcelona iba a empezar a marcharse, llega Thompkins. Triple que le dejaban tirar, triple que anotaba. El mal juego de Rudy Fernández y Carroll, no permitió que Campazzo no se saliese con la suya. El argentino no sólo mantuvo vivo al equipo visitante sino que se marcharon al descanso con una renta de cuatro puntos de ventaja sobre el conjunto blaugrana, 33-37.
DON CANSANCIO SE DECANTÓ POR EL MADRID
Al cuadro merengue le vino de perlas su paso por el vestuario. El Real Madrid tomó una ventaja de diez puntos. El cuadro local decidió aplicar una defensa férrea a Facundo Campazzo, que ni siquiera le permitía recibir balones. Gracias al buen trabajo ofensivo de Kuric, los locales consiguieron un parcial de 8-0. Sin embargo, los triples de Facundo y de Causeur pusieron una ventaja de ocho puntos favorable al conjunto blanco. Los culés seguían echando en falta la mejor versión de Heurtel.
El base francés anotó sus primeros puntos al inicio del cuarto y último cuarto, pero no fueron más que una falsa alarma. Sin duda alguna, el protagonista de este cuarto y último cuarto no fue ni Rudy, ni Heurtel, ni Llull, ni Pesic, fue el cansancio. Ninguno de los dos equipos aprovechaban sus posesiones. El Madrid agotaba sus posesiones pasándose el balón de unos a otros. El Barcelona, en lugar de aprovechar y remontar por tercera vez en este partido, desaprovechaba una y otra vez sus posesiones. A falta de dos minutos para el final del partido ya se empezaron a oír cánticos en el Palau. Ya se veían campeones, y así fue, el Madrid consiguió un nuevo título de la Liga Endesa.