El festival Jardín de las Delicias celebra su tercera edición en la Universidad Complutense de Madrid con más de 20.000 asistentes diarios.
Con el fin del verano, los festivales dicen adiós a una temporada insólita, en la que miles de fans se han reencontrado con este masivo formato después de dos años de pandemia. El Jardín de las Delicias también volvió este fin de semana a Madrid para celebrar su tercera edición y reencontrarse con su público. Más de 20.000 personas cada día disfrutaron de artistas como Izal, Leiva, Taburete, Rozalén o Sidonie en el recinto Cantarranas de la Universidad Complutense de Madrid.
El viernes a las 17:00 se abrieron las puertas del recinto. Allí estaban los más madrugadores, dispuestos a comenzar un fin de semana emocionante lleno de música y magia, literalmente. Y es que, además de las actuaciones musicales, el Jardín de las Delicias contó con la participación del ilusionista Jorge Blas y las performances de Pablo Méndez.
Leiva y Taburete, reyes del viernes
Como si de un cuento de hadas se tratase, el recinto cuidaba hasta el último detalle con la decoración. Motivos vegetales, animales y un imaginario fantástico para ambientar un concepto original de festival de música. Pol 3.14, Marlon, Sergio Rojas o Kisko Espinosa fueron algunos de los primeros artistas en subirse a los dos escenarios. Leiva y Taburete se convirtieron en los principales reclamos de la primera jornada.
Entre camisas abiertas, colgantes de cruces y melenas repeinadas, los de Willy Bárcenas tocaron en casa, rodeados del mejor público al que podían cantar sus Sirenas. Con el vaso vacío y a 2 tokens y medio la cerveza (7,50 euros) llegaba el turno para Leiva y su Cuando te muerdes el labio Tour. Al público de Taburete le encanta Leiva, y así se demostró en una actuación en la que todo el mundo cantó los éxitos del ex de Pereza. Un repaso por la discografía en solitario del tipo del sombrero, pero con el necesario recuerdo a Pereza con canciones como Animales y la imprescindible Lady Madrid.
«Esto no es una biblioteca, es un puto festival, así que todo el mundo arriba», gritó el madrileño ante las 20.000 personas que llenaban el recinto Cantarranas de la UCM. Tras la impresionante actuación del músico madrileño, el recinto empezó a respirar un poco mejor con la retirada de muchos asistentes. A las 1:30, ya bien entrada la madrugada, llegó el turno para los catalanes Sidonie. Marc Ros, Axel Pi y Jes Senra protagonizaron el buen rollo que caracteriza a la banda cantando inolvidables éxitos y colando algún que otro tema inédito del que será su próximo disco. Con Carreteras infinitas y Estáis aquí, el «peor grupo del mundo» cerró una primera noche magnífica, aunque un poco colapsada en los conciertos más esperados.
Izal protagonizó el fin de fiesta
La música del sábado comenzó a sonar bien pronto con los toledanos Veintiuno y su Corazonada en directo. También se colaron temas del que será su próximo trabajo como Escalofríos y La Ruina. El Escenario Bosque, mientras, acogió las actuaciones de artistas como Ainoa Buitrago, Paula Becker o Juan Valiente. El escenario principal montó una gran fiesta con las actuaciones de Álvaro de Luna, Nil Moliner y Dani Fernández y su emocionante homenaje a Supersubmarina.
Con una escenografía de lo más detallada y tematizada con motivos orientales, Miss Caffeina ofreció un impecable directo para presentar su último trabajo El año del tigre (Warner, 2022). Rozalén fue la encargada de lanzar a través de sus canciones mensajes de importante calado. La salud mental y denuncias sociales como la lucha contra la violencia de género protagonizaron algunos de los momentos más emocionantes.
Pero el plato fuerte de la noche y, probablemente de todo el festival, fue el concierto de Izal. Por la sencilla razón de que el de este sábado fue, literalmente, uno de los últimos conciertos de la banda liderada por Mikel Izal. Un repaso por la discografía de la banda madrileña, desde Magia y efectos especiales y Agujeros de gusano, pasando por Copacabana y Autoterapia hasta llegar a Hogar. Un set list diseñado a la perfección, en el que la banda intentó dejar saldadas todas las deudas con su público antes de decir adiós.
Con Qué bien entre el público y La mujer de verde como colofón, se cerró un concierto memorable. Djs Jardín fueron los encargados de poner el broche final a dos días intensos de música y magia. El Jardín de las Delicias fue un cierre de verano perfecto y con vistas puestas ya a la próxima edición. Mientras, la música seguirá sonando en las salas.
