Los alumnos de Primaria y ESO serán obligados a asistir de forma presencial a clase a la vuelta de vacaciones, su ausencia por miedo a una posible infección de coronavirus puede tener duras represalias.
El presidente del Gobierno asegura que el curso escolar se reanudará en septiembre, como es habitual. Para hacerlo posible y garantizar la protección de los estudiantes ante posibles infecciones por coronavirus, se va a llevar a cabo un plan de inversión para aumentar la seguridad en las escuelas. «Dos mil millones de euros de los dieciséis mil millones que presenta el fondo autonómico serán reservados para educación, que se invertirán en el correcto adecúe de las aulas y de la totalidad de los centros para hacer frente a la pandemia» afirma Pedro Sánchez.
Para prevenir ante el acecho del covid-19: se contratarán a seis mil trescientos docentes más de lo normal para que así en las aulas de Educación Infantil no se supere los quince alumnos, en los demás cursos valdrá con respetar la distancia mínima de un metro y medio, y el uso de mascarillas será obligatorio a partir de quinto de primaria.
Muchos padres temen por la salud de sus hijos y no ven segura la vuelta al cole. Además, el Estado no asegura que con las medidas que se quieren llevar a cabo los estudiantes no tengan posibilidad de contagiarse, ya que eso es imposible de asegurar y controlar. La Consejería de Educación y Deporte expone que la asistencia a clase será obligatoria para todos los alumnos, sobre aquellos que lo incumplan (aunque sea por miedo a un posible contagio) se aplicará el protocolo de absentismo.
Aún no se sabe cómo será la vuelta, ya que se barajan multitud de opciones para aportar mayor seguridad como: asistir a los institutos los alumnos de ESO por la mañana y los de bachiller y FP por la tarde, reducir el tiempo de las clases para garantizar así un intercambio sin riesgos,…
Mientras muchos padres hacen eco de su desacuerdo frente a esta medida, el Estado reitera que es inviable que los estudiantes aprendan vía online.