La Guardia Civil alerta de que los drones previstos en el Val Miñor a principios de verano para controlar el aforo de las playas no sirven.
Esta semana las playas de Nigrán sufren de una pleamar extremadamente alta, sin llegar a ser mareas vivas. Esto ha provocado que las entidades socorristas hayan tenido que cambiar la bandera de las playas de verde a amarilla por precaución. Es casi imposible mantener la distancia de seguridad en playas como Patos o Playa América ante la gran afluencia de asistentes.
El comienzo de Agosto, como cada año, ha hecho que la afluencia de turistas en la comarca llenen los arenales de la playa. Es cierto que paseando, cada vez se puede ver más personas con mascarilla, pero todavía existen paseantes que parece que han decidido no hacer uso de ellas. Parece que la pandemia no existe, que no hay contagios. Parece que los asistentes a la playa no son conscientes de la situación de alarma en la que se encuentran las costas gallegas.
A principios de verano, se presentaban en Playa América unos drones que prometían controlar el aforo de las playas del Val Miñor. Se desconoce todavía cuándo van a entrar en verdadero funcionamiento. Además, la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra confirmó ayer que los aparatos presentados en Baiona y Nigrán no reúnen las condiciones necesarias para su uso profesional, sino para el uso doméstico.
El gobierno de Nigrán dejó claro desde el primer día que no parcelaría las playas ni limitaría el acceso al considerar que los arenales nigraneses ofrecen espacio suficiente para disfrutar con garantías. Han llamado siempre a la ‘responsabilidad individual’ de los ciudadanos y visitantes de las playas. Ayer mismo, el alcalde de Nigrán, Juan González volvía a hacer un llamamiento a la responsabilidad ciudadana. «Pedimos a la gente que intente ajustar el horario para evitar problemas. Y si pueden evitar ir estos días de tanto calor y con mareas tan altas para no abarrotar las playas, mejor».
En Baiona sí se habían anunciado medidas para impedir la gran afluencia de bañistas. El alcalde, Carlos Gómez, habló primero de dividir de las playas urbanas en parcelas de 3×3 y de instalar cámaras de conteo después. Ninguna de las iniciativas salió adelante y ahora se plantea hacer uso de los drones. Unos drones que todavía no se han visto en las playas a pesar de haber sido presentados a primeros de Julio.
