Juana abandona las cocinas entre lágrimas y con el aplauso multitudinario de toda España
La octava edición de MasterChef llega a sus últimos compases. La selección natural de Darwin se hace más vigente en los cocinados. En programas anteriores, se fueron cocineros amateur talentosos como Michael y Sara Lúa. En estas circunstancias, el error se pagaría aún más caro.
Los retos ofrecían niveles de exigencia superlativos. Para empezar, tocaba simular una quedada con grandes amistades entregando variedad de platos en tiempo récord. La regularidad primaba en todo momento y tenía al agobio como principal enemigo.
En dichas circunstancias, el agobio de Juana acechó majestuosamente sin oposición alguna. Las lágrimas se hicieron viral, llegando a enternecer a las voces más críticas por los mimos que recibió a lo largo del programa, pudiendo alargar su presencia.
Por mucha empatía que pudiera mostrar el jurado, la prueba de exteriores gozaba de una gran envergadura. Tocaba cocinar para el voluntariado de Cruz Roja, momento idóneo para notar la evolución de los participantes. El reto era superlativo y las voces no cesaron mientras que se percibían dotes evolutivos.
Hay muchas Juanas y Juanes como yo deseando aprender y vivir experiencias. Gracias por creer en mi ❤️💚💙💛🧡 https://t.co/fewm8rgNuI
— Juana MasterChef 8 (@JuanaMChef8) June 22, 2020
El jurado sentó cátedra a la hora de escoger los delantales negros. El postre a realizar como requisito para superar el corte demostraba la exigencia del programa y sobre todo, las dificultades de los participantes de la vigente edición por adquirir el nivel deseado.
Era el momento en el que José Mari cediera y entregara el pin, pero el delantal negro lo mantenía. Dicha condición la acabaron sufriendo Luna y Ana por haber aconsejado de forma excesiva a Andy desde la barrera. El abogado en cuestión se descafeinó en el reto, pero acabó salvando el corte.
La perjudicada fue Juana, o en su defecto, la abuela de España. Ha habido personas severamente molestas por el exceso de mimos que ha experimentado a lo largo del programa. Pero su tenacidad y la dificultad que supone aprender cocina vanguardistas a altas edades serán más premiadas. Queda descartada para la victoria en una edición en la que el exceso de errores y el salseo adicional han marcado la tónica.