La gira No Dejo De Bailar, de Julia Medina, hizo parada en Sevilla y dejó encandilado a los más de 700 fanáticos que llenaron la sala Custom.
Hace ya varias semanas que Julia Medina agotó todas las entradas del que sería su primer concierto en solitario en Sevilla. Su gira “No Dejó de Bailar” hace parada en la capital hispalense. La expectación llenaba los alrededores de la Sala Custom desde muchas horas antes del concierto. Los fans más madrugadores comenzaron a ocupar la puerta de la sala y una gran muchedumbre se reunió allí a la espera del inicio del concierto.
De forma puntual se abrieron las puertas y el público comenzó a ocupar la sala. En los altavoces podían escucharse las distintas canciones que Julia y sus compañeros cantaron durante “Operación Triunfo”. La música dejó de sonar y las luces bajaron su intensidad. Alguien subió al escenario, pero no fue a quienes los fans esperaban. Frente a todos, Claudia Aguilar, una joven gaditana que comparte pasión con Julia Medina, y que tuvo la oportunidad de mostrar a ese numeroso público sus canciones. La acogida fue espectacular y los allí presentes se volvieron locos al escuchar a la joven a quien le pidieron que no dejase de cantar.
Pero la hora de Julia llegó y el júbilo llegó a su punto álgido. Al ritmo de “Dime”, título de su primer single y acompañada por Javi Portela, Antonio Reina y Álvaro Pérez y su siempre inseparable guitarra comenzó el espectáculo. Porque Julia no sólo cantó, sino que demostró su arte manteniendo una cercana postura con el público. Las canciones fueron sucediéndose y los seguidores de la de San Fernando cantaron con ella.
“Vivir” y “Mi historia entre tus dedos” vinieron después. La gaditana no pudo evitar sentirse un poco sola al cantar ambas versiones sin sus compañeros de concurso, por lo que no dudo en mandarles un saludo. “La Inseguridad” y “El Circo” vinieron después. La banda abandonó el escenario. Y sola ante el peligro y acompañada únicamente por su guitarra, Julia mostró sus temas más profundos. “No dejo de bailar” o “Vuela como quieras”, canción inédita, hicieron llorar a la mayoría de los presentes.
Sobre el escenario no faltaron aquellos con los que Julia se siente en casa. Acompañada de Claudia Aguilar, “No hablan más de ti” se hizo todavía más bonita y junto a Gonzalo Hermida, Julia nos deleitó con “Hoy se hizo tarde”, canción que entre ambos compusieron. La complicidad entre ambos era evidente y el artista no tardó en afirmarlo: “Yo la vi y me enamoré” decía antes de salir del escenario.
El ritmo, y también la temperatura, subieron al ritmo de “Born this way” porque no huno nadie en esa sala que no saltara como nunca. El principio del fin se acercaba y tras “No me despedí” y “A la de tres” las luces empezaron a apagarse. Pero faltaba el broche final. “Dime” volvió a sonar y ahora sí llegó el momento de la despedida. La gaditana agradeció al público la entrega y éste le respondió pidiendo una nueva fecha en la capital hispalense. Porque ver a Julia en directo es quedarse con ganas de más.
La joven, como en cada concierto, abrió su corazón y demostró que precisamente pequeño no es. No necesita un gran escenario para mostrar que está hecha toda una artista. Porque Julia es derroche de sentimiento, transparencia, ganas de más, simpatía y, sobre todo, de cercanía. Porque Julia se mostró en el escenario tal y como sabemos que es. Interactuó con los más cercanos, pero nunca olvidó a los que ocupaban la parte de atrás. Hizo llorar a su público, pero luego fue capaz de volver a sacarles una sonrisa. Julia es talento y carisma. Y ojalá nunca lo pierda.