Ejemplos de series míticas de nuestra televisión que dejaron un regusto amargo a los espectadores por sus finales
El confinamiento y la vuelta de Los Hombres de Paco a nuestras pantallas ha supuesto una inyección de nostalgia para las personas que crecimos con las series televisivas españolas de la década de los años 2000. Supusieron la visualización de tramas en periodos cortos de tiempo, pero dotados de gran intensidad.
Al mismo tiempo, dejaron un final amargo que supone el nacimiento de incógnitas que exijan el lanzamiento de nuevas entregas. Echando mano de la hemeroteca, podemos encontrar las siguientes series merecedoras de este merecido premio:
- Los Serrano: ha sido el material idóneo para el humor debido a que su final nos dejó un sabor de boca. Los espectadores no se mostraron satisfechos porque 145 capítulos en cinco años fueran un sueño de Diego (Antonio Resines). Para empezar, los guionistas obviaron que aquel intenso sueño fuera tan preciso que momentos históricos deportivos. Algunos destacados fueron el declive del Real Madrid galáctico o el auge de Fernando Alonso en Telecinco fuera predecido por el propio Diego. Si nos ceñimos a la trama, quedaron bajo alfileres las fugas de Raúl (Alejo Sauras) o África (Alexandra Jiménez) y de Tete (Natalia Sánchez) y Guille (Víctor Elías). También quedó bajo duda si la relación entre el propio Diego y Celia (Jaydi Michel) iba a ser factible.
- Física o Química: es bien sabido que se trata de una serie que marcó a aquella generación joven que comenzó a sentir los estragos de la crisis. Si Compañeros supuso tratar diversas temáticas como las imperfecciones del amor, el valor de la amistad y el hecho de buscar el placer en tu vida profesional, Física o Química indagó en mayor medidas en los temas mencionados con anterioridad. Al mismo tiempo, profundizó en el acoso escolar en forma de homofobia o xenofobia. Mientras tanto, se sacaba a la luz como las relaciones entre un acosador y acosado pueden acabar convirtiéndose en amistad. Sin embargo, las siete temporadas que duró finalizaron de forma repentina sin saber si era vendido el Colegio Zurbarán. Tampoco llegó a conocerse el desenlace de las relaciones fraguadas en la última temporada ni cómo David (Adrián Rodríguez) reharía su vida tras la muerte de su querido Fer (Javier Calvo).
- Aquí no hay quién viva: la mítica producción de Alberto Caballero continúa siendo inmortal para los amantes de las series. Juntas, peleas, culebrones amorosos y sobre todo, crítica social conquistaron a un público hispano independientemente de su clase y condición. Pero la repentina marcha de sus inquilinos del edificio terminaron por dejar en entredicho el desenlace de determinados personajes. ¿Qué iba a ser del futuro profesional y personal de Paco (Guillermo Ortega) y Emilio (Fernando Tejero? ¿Completaría Natalia (Sofía Nieto) su madurez como persona? ¿Llegaría Juan Cuesta (José Luis Gil) a jefe de estudios? ¿Encontraría Belén (Malena Alterio) su camino en Estados Unidos? y sobre todo, ¿cómo sufriría Rafael (Nicolás Dueñas) el estallido de la burbuja inmobiliaria?