Los ataques de pánico son mucho más comunes de lo que la sociedad cree. Por ello, es importante conocer métodos para detener la acometida.
Los ataques de pánico son oleadas repentinas e intensas de miedo, pánico o ansiedad. Son abrumadores y sus síntomas pueden ser tanto físicos como emocionales. Muchas personas pueden presentar dificultad para respirar, sudan profundamente, tiemblan y sienten el latido de sus corazones. Por ello, se debe recurrir a psicólogo para adultos.
Algunas personas llegan a sentir dolor en el pecho y una sensación de desapego de la realidad o de sí mismas durante un ataque de pánico, que les hace pensar que están teniendo un ataque al corazón. Otros han reportado sentirse como si estuvieran teniendo un accidente cerebrovascular. Los ataques pueden dar miedo y es posible que te golpeen rápidamente. Estas son algunas estrategias que pueden usarse para detener los ataques de pánico.
Respiración profunda
Si bien la hiperventilación es un síntoma de ataque de pánico que puede aumentar el miedo, respirar profundamente puede reducir los síntomas de pánico durante un ataque. Si puedes controlar tu respiración, es menos probable que te hiperventiles ya que esto puede empeorar otros síntomas, incluyendo el ataque de pánico.
Concéntrate en inhalar y exhalar por la boca, sintiendo cómo el aire llena lentamente tu pecho y abdomen, y luego expúlsalo lentamente.
Aceptar que estás teniendo un ataque
Reconocer que estás sufriendo un ataque de pánico en lugar de un ataque cardíaco, puede hacerte recordar que esto es temporal. Quítate el miedo de que te estás muriendo o de que se avecina una muerte inminente, ambos son síntomas de ataques de pánico.
Cierra los ojos
Algunos ataques de pánico provienen de factores desencadenantes que te abruman. Si te encuentras en un entorno acelerado con muchos estímulos, esto puede provocar que sufras uno. Para reducir los estímulos, cierra los ojos. Esto puede bloquear cualquier estímulo adicional.
Técnicas de relajación muscular
Las técnicas de relajación muscular pueden ayudar a detener un ataque de pánico que se aproxima controlando la respuesta de tu cuerpo tanto como sea posible. Relaja conscientemente un músculo a la vez, comenzando con algo simple como los dedos de tu mano y haz lo mismo en otras partes de tu cuerpo.
Lavanda
La lavanda es conocida por ser calmante y aliviar el estrés. Puede ayudar a que tu cuerpo se relaje. Si sabes que eres susceptible a sufrir ataques de pánico, ten a mano un poco de aceite esencial de lavanda y ponte un poco en los antebrazos cuando sufras uno. Inhala el olor.
Mantra interno
Repetir un mantra internamente puede ser relajante y tranquilizador, y puede brindarte algo a lo cual aferrarte durante un ataque de pánico. Ya sea simplemente “esto también pasará” o un mantra que sea personal para ti, repítelo en un bucle mental hasta que sientas que el ataque de pánico comienza a disminuir.
A parte de estas estrategias, es importante acudir a psicólogos. Estos son profesionales especializados en este tipo de casos y podrán ayudarte y aconsejarte de la mejor forma posible. No lo dudes, la salud, en todas sus vertientes, debe ser siempre lo primero.