Si por algo está destacando el conjunto Red tras la llegada de Klopp ha sido por la revolución que ha provocado en el estilo de juego del equipo inglés.
El Liverpool, posición a posición
Portería
Aquí Klopp lo tiene muy fácil, Alisson Becker. El guardameta brasileño cuajó una excepcional campaña 2018/2019, en la que el Liverpool rozó el campeonato de liga y levantó la Champions League, lo que valió para que su portero se consagrase como el mejor de la competición y uno de los mejores del mundo. Como suplente llegó Adrián San Miguel. El guardameta español comenzó la temporada como titular debido a la lesión de Alisson y, aunque empezó con buen pie, siendo clave en la Supercopa de Europa y en la final de la Community Shield, su mala actuación ante el Atlético de Madrid en Champions cambió su imagen de cara a los aficionados.
Defensa
En cuanto a la defensa, hay que destacar al holandés Virgil Van Dijk. El central llegó en el pasado mercado de invierno y en poco tiempo se hizo dueño y señor de la defensa.
Ya no es solo por su altura y por su increíble lectura de los tiempos a la hora de defender a los rivales. Lo que verdaderamente destaca de Van Dijk es que hace mejores a sus acompañantes. Lovren (o en su defecto, Joe Gómez), sus compañeros en el centro de la zaga han sufrido una evolución tras la llegada del holandés. Posiblemente esté marcada por la capacidad de liderazgo de Van Dijk. Lo que está claro es que, desde la llegada del holandés, la defensa se ha convertido en una de las más sólidas y compactas del mundo.
En los laterales, Robertson y Trent Alexander-Arnold aseguran a Klopp un enorme recorrido por las dos bandas. A pesar del desgaste que ello puede producir, el Liverpool de Klopp se ha caracterizado por demostrar un enorme potencial físico, aguantando ritmos altos durante la mayor parte del encuentro. De esta forma, el técnico alemán se asegura que la zona defensiva no quede descubierta. Además, Klopp cuenta con la baza de Milner, quien puede jugar en ambos laterales si Robertson o TAA se lesionan o son sancionados, por lo que tiene un comodín perfecto en caso de problemas,
Mediocampo
El esquema habitual de Klopp es un 4-3-3, y los jugadores que más han aparecido esta temporada son Henderson, Wijnaldum y Fabinho. Lo habitual es ver a Fabinho actuando más como pivote mientras Henderson y Wijnaldum se acercan más al área, aunque es cierto que “Hendo” apoya más en tareas defensivas, dejando descolgado en ataque únicamente a Wijnaldum, que aporta más creatividad en el juego y llegadas al área rival.
Delantera
Llegamos a la que, posiblemente, ha sido una de las mejores “creaciones” de Klopp. Salah, Firmino y Mané. Estos tres jugadores se han constituido como el centro del equipo. Tienen una conexión tan grande que pueden intercambiar sus posiciones durante el partido para aportar más variedad. En el caso de Firmino, aunque tiene una gran llegada, ha dejado la labor goleadora a Salah. En el caso de Mané, su desborde y velocidad lo convierten en un arma letal, sobre todo para romper líneas y asistir a sus compañeros.
En la parcela ofensiva también es de alabar el trabajo que Klopp ha hecho con Origi. El belga ha permanecido en el equipo desde la llegada del alemán y ha sido clave en momentos importantes. Además, con la llegada de Minamino, Klopp ha encontrado un jugador muy versátil. El japonés es capaz de jugar en los extremos o en la mediapunta, aunque aún no ha tenido demasiada continuidad como para analizarle en detalle dentro del esquema de Klopp.
No sabemos cómo llegara el actual líder de la Premier League tras el parón por el Coronavirus y los cambios introducidos en el reglamento. Aún así, esta claro que si mantiene el ritmo que ha sido habitual en ellos durante toda la temporada, el Liverpool levantará su primer trofeo de Premier League al terminar la campaña.