Vox vuelve a estar de actualidad. La Junta de Andalucía ha cedido a sus pretensiones. Les ha ofrecido datos sobre los trabajadores de violencia de género.
A finales de febrero, y cuando el Gobierno de la Junta de Andalucía ya estaba desarrollando su trabajo, Vox hacía una petición que hacía saltar todas las alarmas. Le exigía al Parlamento Andaluz una lista detallada, con nombres y apellidos, de todos los trabajadores de violencia de género. La formación de ultraderecha tenía la intención de hacer una «limpieza ideológica» y de «proteger a los menores».
Esta petición provocó un revuelo político y social. Las organizaciones feministas convulsionaron a pocas semanas del 8 de Marzo, así como gran parte de la clase política de este país. Incluso sus socios de gobierno, el PP y C’s, afearon esta petición. Las redes se llenaron de tuits con el hashtag #ApuntaMiNombreVox, en la que numerosas personas se sumaban a esa lista.
El 8 de Marzo, en las multitudinarias manifestaciones a lo largo de España, se pudo escuchar el cántico «Vox, apunta mi nombre». Les hacían ver a los dirigentes del partido conservador que trabajaban para erradicar la violencia de genero.
Vox tiene esta pretensión desde hace meses
Este suceso fue usado por Pedro Sánchez en el debate de Atresmedia para afearle a Pablo Casado su apoyo en la Junta de Andalucía. El presidente del Gobierno mostró una carta. En ella, se exigía la identificación de los trabajadores de la Unidad de Valoración Integral de Violencia de Género. Esta misiva fue denunciada por sindicatos laborales y profesionales.
Hoy se ha sabido que esos datos ya están en poder de Vox. La Junta de Andalucía ya le ha facilitado identificaciones de estos trabajadores. Francisco Serrano, presidente del Grupo Parlamentario de Vox ha confirmado esta noticia.
Serrano afirmó que solo le interesaban los datos profesionales. A este respecto, aseguró que más del 50% de esos trabajadores no están colegiados, y que tenían que observar si tenían la formación requerida para el trabajo que desempeñaban.
Juan Marín, vicepresidente de la Junta de Andalucía, ha contradecido estas afirmaciones. Marín dice que «tienen toda la preparación y capacidad necesaria para desarrollar su trabajo«. Además, añadió que «una cosa es no tener la titulación y otra no estar colegiado».
