El Presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, se encuentra bajo el escrutinio público después de que el partido político Sumar presentara una denuncia en su contra ante el Consejo Superior de Deportes (CSD). La formación, liderada por Yolanda Díaz, acusa a Rubiales de cometer una infracción grave al haber besado en la boca a Jennifer Hermoso, una de las jugadoras del equipo, después de la final del Mundial Femenino.
La denuncia, presentada por Marta Lois, portavoz parlamentaria de Sumar, y David Moscoso, coordinador de deporte de la formación, alega que Rubiales habría cometido un acto que podría considerarse como agresión sexual hacia Hermoso.
Inicialmente, Rubiales minimizó la controversia, calificando las críticas como «gilipolleces». Sin embargo, las reacciones negativas y la creciente polémica lo llevaron a retractarse y admitir su error en un mensaje de video. En sus disculpas, Rubiales aseguró que no tuvo intenciones maliciosas y expresó arrepentimiento por sus acciones.
Las disculpas del Presidente de la RFEF no han sido suficientes para aplacar las críticas. Incluso el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, declaró que las disculpas no eran adecuadas y señaló que queda un largo camino por recorrer en términos de igualdad y respeto en el deporte.
La denuncia presentada por Sumar se basa en el artículo 43 de la ley del deporte, que establece que las federaciones, a pesar de ser entidades privadas, tienen competencias públicas delegadas y, por lo tanto, están sujetas a regulaciones especiales. Según el artículo 50, el Consejo Superior de Deportes tiene la potestad disciplinaria para intervenir en situaciones como esta, siguiendo las normativas establecidas.
Por su parte, la Federación Española de Fútbol ha convocado una Asamblea General Extraordinaria que se llevará a cabo en la Ciudad del Fútbol de las Rozas el próximo viernes 25 de agosto. Este movimiento es una respuesta a las preocupaciones planteadas en torno al comportamiento de su presidente.