El PSOE y Sumar han intensificado sus esfuerzos para lograr la formación de un gobierno de coalición. En una reunión que se celebró el miércoles en el Congreso, los líderes de ambas formaciones, Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, acordaron establecer un límite temporal para alcanzar un acuerdo para el futuro Ejecutivo: el mes de octubre. Para el 1 de noviembre, PSOE y Sumar deben haber acordado tanto el programa de la coalición como la distribución de ministerios, además de asegurar el respaldo de ERC, Junts, EH Bildu y PNV para garantizar la reelección de Sánchez como presidente.
La reunión comenzó alrededor de las 10 de la mañana, y el secretario de Estado de Derechos Sociales y portavoz económico de Sumar, Nacho Álvarez, la consideró «positiva». «Hemos acordado acelerar las reuniones durante el mes de octubre para lograr un acuerdo que responda a las demandas de la sociedad», explicó Álvarez. Sin embargo, advirtió que aún quedan muchas cuestiones por abordar en el ámbito social, a pesar de los avances logrados en asuntos territoriales durante los dos meses de negociación entre el PSOE y Sumar. El reparto de ministerios aún no ha sido discutido y se abordará en paralelo a la negociación del programa durante octubre.
Álvarez subrayó la necesidad de un programa ambicioso que incluya la reducción de la jornada laboral, un nuevo Estatuto del Trabajo para el siglo XXI, la promoción de la conciliación y soluciones en temas fundamentales como la vivienda. Además, Sumar ha priorizado el endurecimiento de las normativas de despido, una reforma fiscal para que los más acaudalados contribuyan más y un nuevo sistema de financiación autonómica en sus conversaciones con el PSOE.
El secretario de Estado de Derechos Sociales enfatizó que Sumar solo contempla la posibilidad de llegar a un acuerdo y que el próximo Gobierno debe ser ambicioso y no conformarse con los logros de la legislatura anterior. No obstante, la búsqueda de apoyo para cada medida será una tarea posterior, ya que Sumar entiende que el acuerdo debe ser valiente.
Desde el PSOE, se muestran optimistas con respecto a las negociaciones. La portavoz del PSOE, Pilar Alegría, expresó su compromiso de avanzar y acelerar los trabajos durante octubre para desarrollar un programa político de gobierno progresista que promueva el progreso, la igualdad y la convivencia. También destacó logros importantes de la legislatura anterior, como el aumento del salario mínimo interprofesional y la reforma laboral.
Con esta reunión, que fue la primera de Sánchez después de ser nombrado candidato por el rey, Sumar ha asegurado que el PSOE no los dejará como el último partido con el que negociar. Esto proporciona a Díaz más margen de maniobra en las conversaciones y evita la presión de ser el último socio en cerrar un acuerdo.
Sin embargo, fuentes de Sumar señalan que en las últimas semanas los intercambios de documentos con el PSOE han sido poco productivos. Según Sumar, el PSOE busca un acuerdo programático menos detallado que el de la legislatura anterior para evitar que el socio minoritario de la coalición pueda exigir el cumplimiento de medidas concretas, como ha ocurrido en los últimos cuatro años.
