Desde hace 60 años Cuba vive una situación de bloqueo económico, comercial y financiero que se endureció con la legislatura de Donald Trump y las 243 medidas adoptadas, la entrada en vigor de la Ley Helms – Burton -una ley estadounidense que refuerza el embargo estadounidense a Cuba- y que el país entrara en la lista de patrocinadores de terrorismo. Este bloqueo supone una clara violación de los derechos humanos y una limitación para el desarrollo de Cuba.
Los cubanos denuncian que Estados Unidos ha aprovechado las medidas empleadas contra la Covid-19 para agrandar las dificultades económicas contra las que el pueblo cubano ya luchaba. El objetivo de dicha potencia mundial fue conseguir el colapso del sistema de salud y dificultar el acceso a los bienes necesarios para el desarrollo de la isla.
Por ello, consideran que los acontecimientos que tuvieron lugar el 11 de julio en la isla son las consecuencias de las campañas llevadas a cabo por EE.UU. incentivando al odio y al vandalismo. Este día, en algunas de las ciudades del país se produjeron varios disturbios callejeros que comenzaron con manifestaciones por la pésima situación económica, pero estos terminaron convirtiéndose en actos vandálicos, que tuvieron como resultado varias detenciones y la muerte de una persona. No obstante, la respuesta del pueblo cubano hizo que fracasara cualquier intento de crear una situación, que recalcan inexistente, de ingobernabilidad y desorden social.
El gobierno cubano lo reconoce como un «intento calculado, cruel e interesado» de aprovechar una situación de pandemia para empequeñecer su economía.
Por consiguiente, el Parlamento Europeo ha decidido elaborar una nueva resolución contra Cuba el día de ayer, 16 de septiembre de 2021. No obstante, el país latino se opone pues considera que esta nueva resolución es una injerencia en los asuntos internos del país. La Habana defiende que no se estaría respetando el Acuerdo de Diálogo Político y de cooperación entre Cuba y la UE, y que si llevaran a cabo este ejercicio, el Parlamento Europeo estaría realizando una nueva agresión política, económica y comunicacional, apoyando de esta forma al gobierno estadounidense.
Cuba, además, insiste en que las intenciones del Parlamento Europeo no son sinceras, ya que si lo fueran se propondrían fortalecer la cooperación con su país sin condicionamientos y desde el respeto, como ya han hecho otros Estados. Además de instar al Congreso estadounidense a eliminar el bloqueo contra ellos.
Por ello, el pasado 13 de septiembre el parlamento cubano declaró que ‘los promotores de esta nueva maniobra «no tienen autoridad moral» para pretender erigirse en defensores de los derechos del pueblo cubano, al considerar que no actúan de manera independiente, sino que obedecen las normas que impone Estados Unidos.