Pedro Sánchez vuelve a designar a otro catalán en altos cargos de representación institucional, esta vez como presidente del Senado español.
No nos engañemos, no es fácil la encrucijada española con sus provincias catalanas. Enquistado desde nunca y desde siempre, las provincias catalanas de España siempre han sido un problema en la política territorial española. Pero nuestro nuevo oficioso y fáctico presidente socialista parece haber encontrado la solución.
Tras el desplante institucional que ha llevado a cabo el movimiento independentista catalán, tras estar promoviendo el secesionismo contra nuestro país durante décadas con el beneplácito del Partido Popular y del PSOE, queridos amigos, nuestro presidente ha encontrado la solución definitiva: poner en los cargos de máxima responsabilidad y representatividad de las instituciones españolas a catalanes.
Esta vez, el afortunado ha sido el filósofo y catedrático Manuel Cruz. Cuyo currículum es impecable, en el ámbito laboral, de eso no hay duda. Profesor e investigador, escritor y traductor, amplia ha sido su carrera que ahora, a sus 68 años seguirá en el Senado como distinción honoraria, la cual se suma a las otras muchas distinciones durante su carrera.
No es el problema su preparación para el cargo. No repiten errores que sí se dan en la «ultraizquierda». Hablamos del caso de Isa Serra. La diputada de Podemos hace alarde de una trayectoria laboral excelentemente nula. Ésta solo es superada por muy pocos representantes, de similar currículum.
Nuestra preocupación es otra en la política de designaciones de Pedro Sánchez. Nos hace frunjir el ceño porque creemos que como Manuel Cruz existen otras personalidades por toda la piel de toro con currículum similares e incluso mejores. Puestos así, sus otras designaciones comparten un rasgo fundamental en común.
Manuel Cruz representa a la izquierda federalista, y es oriundo de Barcelona. Precisamente, será el presidente del Senado. Al igual, que otra de las designaciones de Pedro Sánchez han sido la de Meritxell Batet. No hace falta que indiquemos su origen. Si recordaremos que le hizo un desplante a la disciplina de voto del por aquel entonces presidente del PSOE, Rubalcaba. Contra el propio PSOE, votó a favor del derecho a la autodeterminación catalana. Su secretario será el argentino independentista catalán Gerardo Pisarello. Éste aún está en la retina de los españoles, protagonizando la retirada pública de la bandera española del consistorio barcelonés.
Confesos independentistas o radicales federalistas, según se quiera, serán los encargados de gobernar España. en una legislatura que intentará seguir el ritmo de crecimiento económico que traíamos. Pero su deber prioritario será el de resolver la cuestión catalana, enquistada y radicalizada en los últimos tiempos. Ofrecer España a aquellos que quieren romperla, es la solución ofrecida por nuestro presidente ¿será la solución que necesitamos?
