Ya se ha celebrado la tradicional manifestación en Madrid con motivo del Orgullo LGTBI. Este 2019 ha sido la más reivindicativa que se recuerda en años.
La celebración del Orgullo LGTBI es de las más políticas que se recuerda en años. En esta ocasión, la conmemoración del 50 aniversario de Stonewall prometía especial recuerdo. No obstante, las circunstancias políticas de nuestro país, marcadas por los dos ciclos electorales, han tenido una influencia específica en este año.
Los preparativos del Orgullo LGTB arrancaban con las polémicas declaraciones de VOX y PP, que ponían en cuestión su valor social. Además, se preguntaban si debía recaer en manos de los mismos organizadores en años posteriores. Además, el partido de ultraderecha, con su marcado discurso homófobo, transmitía inquietud a los miembros del colectivo. Javier Ortega Smith, candidato a la alcaldía de Madrid, declaraba que el Orgullo LGTB debía transladarse a la Casa de Campo, por ser poco decoroso, a lo que Díaz Ayuso, candidata popular, le contestaba que «allí vivían familias».
Estas polémicas declaraciones forzaron a los organizadores, COGAM y FELGTB, a amenazar a Ciudadanos y PP: si pactaban con VOX, quedarían fuera de la manifestación. En junio, los organizadores cumplían esta amenaza «Ni el Partido Popular, ni Ciudadanos tendrán representación oficial en la marcha y, por tanto, no llevarán carroza a diferencia de otros partidos«. Añadían además que «como en cualquier manifestación, tendrán por supuesto libertad para sumarse a pie en igualdad de condiciones que el resto de las entidades«.
En esta ocasión, la cabecera de la manifestación no ha tenido una simbología política, y las personas que han encabezado la marcha eran personas anónimas, pertenecientes al colectivo. Con esto, los organizadores buscaban «despolitizar» el movimiento y colectivizar las reivindicaciones.
El Orgullo LGTB ha sido más político que nunca
El PSOE recibió a sus delegaciones durante la mañana, con Fernando Grande-Marlaska como maestro de ceremonias. El ministro explicó el dispositivo de seguridad. Además, declaró qué Si alguien no entiende que los pactos con quienes, de una forma descarada y obscena, quieren acabar con los derechos de las personas LGTBI debe tener alguna consecuencia en un sentido o en otro podría calificarse de irresponsable».
Los socialistas quisieron rendir homenaje a las personas LGTB de la tercera edad, con el lema «Mayores sin Armarios«. Entre las personalidades de primera línea, se encontraban el propio Grande-Marlaska, junto a personas como Pepu Hernández, Ángel Gabilondo o la exministra Carmen Montón.
Podemos, por su parte, ha tenido como personalidad más relevante a Ione Belarra, que ha apoyado la decisión de los organizadores de vetar la carroza de PP y CS, porque, a juicio de la portavoz navarra «no se puede defender una cosa en las instituciones y otra en la calle». El lema de la formación morada ha sido «nuestro mayor orgullo».
Quienes también han acudido han sido los miembros de Más Madrid. La candidatura liderada por Íñigo Errejón y Manuela Carmena ha tenido su carroza. El propio Errejón, Rita Maestre y Edu Fernández Rubiño han estado en la caravana, junto a más simpatizantes y miembros de la candidatura municipal y autonómica.
Ciudadanos: en el centro de la polémica
Miembros de Ciudadanos, como Inés Arrimadas y Marcos De Quinto también han querido acudir, así como afiliados a Ciudadanos. Pero se han encontrado con la oposición frontal de muchos activistas por su relación con Vox, que se han sentado para evitar el avance de los naranjas. También se han vivido momentos de mucha tensión debido a los insultos, por lo que han necesitado escolta policial. Incluso organizaciones LGTBI han ido a la manifestación vestidas como los personajes de «El cuento de la criada» en referencia a su apoyo a la gestación subrogada. El resto de formaciones políticas han criticado que «busquen protagonismo».
La crispación y el enfrentamiento político han caracterizado esta manifestación, más reivindicativa que nunca. El baile de cifras es considerable, pues la policía cifra en 400.000 y la organización confirma que cuentan más de un millón y medio de personas entre los asistentes.
