La mutilación genital femenina es una realidad que condena a más de 200 millones de mujeres y niñas según la Organización Mundial de la Salud. Con motivo del Día Internacional De Tolerancia Cero contra esta práctica, Juventudes socialistas de España se ha pronunciado a fin de expresar su repudio.
Desde JSE expresan “su más rotundo rechazo a este tipo de prácticas y agresiones al cuerpo de las mujeres y las niñas, que significan una violación de los derechos humanos y de su integridad física y moral”. Para Omar Anguita, Secretario General de esta organización “la mutilación genital femenina es una forma más de violencia ejercida sobre el cuerpo de las mujeres”.
Qué es la Mutilación Genital femenina
La ablación de clítoris es un procedimiento en el que los tejidos de los órganos genitales de la mujer son intencionados eliminados o lesionados total o parcialmente. Con frecuencia implica la extirpación de los labios vaginales.
Esta presente en 28 países de África, algunos de Asia y Oriente Medio así como en ciertos grupos étnicos de América Central y del Sur. ACNUR afirma que 3 millones de niñas son sometidas a la mutilación genital cada año, lo que equivale a más de 8.200 mujeres al día.
Tipos de mutilación genital femenina
Existen cuatro tipos de esta mutilación según la OMG:
Tipo I: amputación total o parcial del clítoris o prepucio, proceso conocido como clitoridectomía.
Tipo II: Resección parcial o total del clítoris y los labios menores, con o sin escisión de los labios mayores (escisión).
Tipo III: Estrechamiento de la abertura vaginal con la creación de un sello mediante el corte y la recolocación de los labios menores y/o mayores, con o sin escisión del clítoris (infibulación).
Tipo IV: Todos los demás procedimientos lesivos de los genitales femeninos con fines no médicos, tales como la punción, perforación, incisión, raspado o cauterización.
Consecuencias de la Mutilación Femenina
También ha alzado la voz Rocío Puertas, secretaria de Cooperación Internacional de JSE, para explicar las consecuencias de este proceso. Según explica Puertas, la mutilación no solo es dolorosa, acarrea problemas en el parto o irregularidades psicológicas sino que es una de las vías de transmisión del VIH.
Otros de sus efectos son: las hemorragias, dificultades para orinar, la propagación de infecciones dado el uso de instrumentos empleados para ejecutar la práctica, cicatriz hipertrófica (exceso de tejido cicatricial en el lugar de la ablación); infecciones en el aparato reproductor e infecciones de transmisión sexual, peligros para el recién nacido, problemas urinarios y menstruales, necesidad de cirugía posterior; infertilidad e incluso la muerte.