El partido Junts exige al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que presente una ley de amnistía en el Congreso antes de su investidura y que acepte la opción de un referéndum siguiendo el modelo escocés. A pesar de que se avanza en las negociaciones, la desconfianza persiste en algunos aspectos, especialmente en lo que respecta a Junts.
Desde las elecciones celebradas el 23 de julio, se ha notado que el acuerdo con Carles Puigdemont y su partido es el más complicado de alcanzar. Mientras que las conversaciones con otros partidos como Sumar, ERC, PNV, BNG y EH Bildu ya están avanzadas debido a su colaboración con el Gobierno en los últimos cuatro años, Junts es un recién llegado a la mesa de negociación y, por lo tanto, está siendo sometido a un escrutinio más riguroso. Los catalanes exigen pruebas concretas antes de comprometerse, y una de las demandas clave es que el Partido Socialista registre una ley de amnistía en el Congreso antes de la votación de investidura, donde los votos de los siete diputados de Junts son cruciales.
En teoría, el registro de la ley antes de la votación no tendría un gran impacto, ya que la Mesa del Congreso, controlada por la izquierda, podría decidir retrasarla o adelantarla. Sin embargo, esta acción limitaría la capacidad de maniobra de Sánchez en caso de que fuera necesaria una repetición electoral. El presidente en funciones ha mantenido un silencio relativo sobre la ley de amnistía, aunque esta exigencia representa un compromiso más moderado que el que Junts propuso originalmente en septiembre, cuando exigía que la ley estuviera aprobada antes de su investidura. Además, buscan que la amnistía beneficie a alrededor de 4,000 personas relacionadas con el proceso independentista, una cifra que también ha sido mencionada por Gonzalo Boye, abogado de Puigdemont, como un objetivo colectivo.
El registro de la proposición legislativa antes de la investidura es solo uno de los «gestos» que Junts ha solicitado a Sánchez para avanzar en las negociaciones. Otros gestos incluyen un cambio en el reglamento del Congreso para permitir el uso de lenguas cooficiales y el impulso del catalán como idioma oficial de la Unión Europea, en detrimento del euskera y el gallego. Junts también se muestra satisfecho de que las negociaciones sean lideradas por la cúpula del partido, con la participación directa de Sánchez y el secretario de Organización, Santos Cerdán.
Además de la ley de amnistía, Junts también ha solicitado que Sánchez acepte la ‘vía escocesa’ para el referéndum, una opción que los independentistas han considerado durante mucho tiempo y que ahora parece ser su preferencia. Sin embargo, este enfoque implica renunciar a la unilateralidad, ya que la ‘vía escocesa’ se basa en un acuerdo previo con el Gobierno central, como se hizo en Escocia en 2014. Desde Junts, argumentan que esta vía daría legitimidad al referéndum ilegal de 2017.