La líder socialista Francina Armengol, recientemente nombrada presidenta del Congreso de los Diputados, ha ofrecido su primer discurso tras su investidura, enfatizando la importancia de la pluralidad y el diálogo en el escenario político de España. Armengol, originaria de Mallorca, ha subrayado la necesidad de dejar atrás la crispación y promover un ambiente de conversación constructiva.
En su discurso inaugural, Armengol ha celebrado que la constitución de la XV Legislatura haya transcurrido con normalidad y en conformidad con las reglas establecidas. Ha destacado que todos los representantes deben acatar los resultados y reconocerse mutuamente como portavoces de la voluntad popular. Armengol ha señalado que su objetivo es fomentar un diálogo sosegado durante su mandato como presidenta del Congreso.
La presidenta ha subrayado que el objetivo es que los ciudadanos sientan la importancia de las instituciones democráticas en sus vidas cotidianas. Enfatizó la idea de una «política útil», evitando confrontaciones estériles que solo contribuyen a la división en la sociedad. Armengol ha instado a los diputados a contribuir al progreso mediante la conversación y el entendimiento mutuo.
Armengol ha afirmado que el país avanza cuando reconoce y valora su diversidad, ya que esta diversidad es una fuente de riqueza para la nación. En línea con este enfoque, Armengol ha anunciado que a partir de ahora se permitirá el uso de las lenguas cooficiales en la Cámara Baja, como el castellano, catalán, euskera y gallego, como muestra de respeto por la diversidad lingüística de España.
La nueva presidenta considera que esta legislatura brinda la oportunidad de demostrar el valor de la convivencia entre diferentes culturas, tradiciones y lenguas. Su decisión de permitir el uso de diversas lenguas en el Congreso busca representar a la España real y superar las barreras identitarias.
Además de promover la pluralidad, Armengol ha condenado enérgicamente los asesinatos machistas ocurridos en España durante el año, describiéndolos como la peor lacra de la sociedad. También ha abogado por abordar la emergencia climática y defender los valores democráticos en un contexto de transformación global.
