Antonio Brufau, presidente de Repsol, defiende una reducción de gases de efecto invernadero complementada con un plan de desarrollo industrial.
Este viernes, 31 de mayo, Antonio Brufau puso en duda el Plan Integral de Energía y Clima en la junta general de accionistas de la compañía. En su opinión, intenta abordar unos objetivos mucho más ambiciosos que los que había dictado Europa. El país pasaría de tener que reducir en 42 toneladas sus emisiones, a 147, es decir, 2.4 veces más.
Desde su punto de vista, «España teóricamente no tiene tanta importancia en Europa como para liderar la lucha contra este problema». Además, hace hincapié en que si los demás países no nos siguen, no tiene sentido poner objetivos más ambiciosos, sin tener en cuenta las distintas sensibilidades de otros países.
Él defiende un plan de desarrollo industrial que complemente la reducción de gases. «Es admirable intentar reducir una de cada tres toneladas» dice el presidente de la multinacional, la duda que deja en el aire es si la sociedad será capaz. Encuentra que para que el progreso de la sociedad no se vea afectado de manera negativa, se tiene que invertir en la mejora de procesos, para conseguir ser responsables en la lucha contra el cambio climático y en el bienestar sostenible del país.
El objetivo de la multinacional es ser sostenibles y reducir en un 40% las emisiones de gases para el 2040. Afirma que «Nadie nos va a explicar qué hacer», expresando que tienen una meta clara y que se regirán por la normativa.
