Entre bulerías y sevillanas, Juanma Moreno y Carlos Carrizosa acuden a la fiesta de la FECAC en Terrasa en el marco de la celebración del Día de Andalucía.
Sevillanas, fandangos y bulerías. Un ambiente festivo reinaba en la masía de Els Bellots, en la ciudad de Terrassa (Vallès Occidental, Barcelona) en motivo de los actos de la celebración del Día de Andalucía. La entidad organizadora, la FECAC (Federación de Entidades Culturales Andaluzas en Catalunya), conseguía reunir centenares de andaluces y andaluzas en la explanada de Els Bellots, que llegaban con varios autobuses fletados desde varios puntos de Catalunya.
Alegría, jolgorio y fiesta. Mucha fiesta. Entre los asistentes se encontraban muchos aficionados y muchas aficionadas a las sevillanas, que organizaban un concurso en el que participaban desde los más chiquititos a los más expertos. A todo esto, gran banquete de comida repartido en múltiples mesas a lo largo de la pradera: morcilla, chorizo, panceta, butifarra, jamón de bellota y cerveza a cascoporro.
En medio de este distraído ambiente, en el que la barbacoa era la protagonista mientras los bailes de sevillanas y los cantaores de fandangos y bulerías le daban ritmo a la mañana, llegaban los representantes políticos. Entre ellos, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno; Carlos Carrizosa (C’s), Miquel Iceta (PSC) o Xavier García Albiol.
En una intervención dirigida a los medios, Carrizosa criticaba una vez más al president de la Generalitat, Quim Torra, sobre el cual aseguraba que “muchos separatistas, nacionalistas catalanes, siguen considerando a los andaluces y a sus hijos, como colonos”. El que será compañero de Inés Arrimadas en las listas de Barcelona para las elecciones del 28A, también aprovechaba para mandar un duro mensaje a los socialistas. “Cuando en el PSOE te llaman facha por el hecho de manifestarte en la plaza de Colón, es que alguna cosa está fallando dentro del PSOE”, declaraba Carrizosa en referencia a los reproches ayer de Ábalos.
Al cabo de un rato de que llegara Carrizosa a la planicie tarrasense, aparecía Juan Manuel Moreno. Por primera vez en democracia, un presidente andaluz popular visitaba a los andaluces de la FECAC. Y no lo haría sin pasar desapercibido. Después de haber emitido unas duras declaraciones en un acto en Barcelona contra el Govern de Catalunya, que lo tachaba de “marginar” a sus compatriotas andaluces, el presidente aprovechaba la presencia de los medios de comunicación para volver a mostrar una férrea defensa sobre los andaluces. “Por mucho que haya un gobierno independentista, vamos a exigir que se respeten los derechos de los andaluces, sus tradiciones y su cultura”, sentenciaba Moreno mientras a tan solo unos metros de él se seguían bailando sevillanas.
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