Esta vez ha sido el turno de la formación “morada”, después de que José Manuel Calvente, ex responsable del equipo legal de Podemos, haya llevado a los tribunales a la élite del partido.
Así pues, Calvente ha transmitido al juez de la Audiencia Nacional, Manuel García-Castellón, que gran parte de la cúpula de Podemos aprovechó el robo del móvil de Dina Bousselham para, así, denunciar una operación de las “cloacas” del Estado, previa a las elecciones de abril de 2019.
Entre ellos se encuentra la ministra de Igualdad, Irene Montero; el responsable de comunicación, Juanma Del Olmo; y el propio líder del partido, Pablo Iglesias.
En este contexto, cabe recordar que fue en el año 2015 cuando Bousselham, la entonces asesora de Iglesias, se convirtió en víctima del robo de su móvil, para la posterior investigación y modificación de sus datos.
Cabe destacar que Calvente, durante la exposición, ha querido comunicar su terror ante las amenazas recibidas por Podemos.
Esto mismo ya lo comunicó a través de las redes sociales a mitad del mes pasado, con la intención de mantener la máxima transparencia posible del proceso.
Me insultan, me acosan, me amenazan en Twitter. Tergiversan mi declaración judicial en sus medios afines, recortándola hasta el infinito. Una campaña perversa para que calle ante la Audiencia Nacional en septiembre. No me conocen, seguiré hasta el final. Y la verdad se sabrá.
— José Manuel Calvente Redondo (@JosManCalvente) August 13, 2020
LA OTRA CARA DE LA MONEDA
A pesar de que todo parecía girar a favor de Calvente, el juez de Pablo Iglesias, Raúl Maíllo, ha querido dejar en evidencia a este último ante la prensa, defendiendo que no ha aportado ninguna evidencia de lo allí expuesto.
Así pues, Maíllo ha hecho hincapié en la ausencia de pruebas que demuestren su tesis. Esto mismo lo ha querido reflejar ante la pregunta de si el caso DINA era un montaje por parte de Podemos, ante la cual Calvente no ha mostrado ningún indicio de poder contrarrestarlo.
En esta línea, fuentes del partido también se han mostrado reticentes ante su comportamiento y han añadido que la declaración de Calvente ha estado sostenida de afirmaciones “basadas en rumores”.
