En la recién inaugurada XV Legislatura, la política española ha presenciado un proceso de elección de líderes parlamentarios marcado por divisiones y falta de consenso. En este contexto, la socialista Francina Armengol ha emergido como la presidenta del Congreso de los Diputados, obteniendo una sólida mayoría absoluta en la primera votación. Sin embargo, el proceso no estuvo exento de controversia, con el Partido Popular (PP) y Vox actuando por separado debido a la falta de acuerdo.
Armengol, representante del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), ha conseguido 178 votos a favor en la sesión constitutiva del Congreso. Los números indican un apoyo sólido y diverso, ya que, además de los 121 votos de su propio partido, recibió respaldo de Sumar (31 votos), ERC (7 votos), Junts (7 votos), Bildu (6 votos), PNV (5 votos) y BNG (1 voto). Este espectro de apoyo refleja un intento de construir alianzas en un escenario político fragmentado.
En contraste, Cuca Gamarra, secretaria general del PP, quedó en segunda posición con 139 votos a su favor. Aunque hubo cierta confusión inicial sobre el número exacto de votos, quedó claro que Gamarra obtuvo el respaldo de su partido (137 votos), así como de UPN (1 voto) y CC (1 voto). La falta de acuerdo entre el PP y Vox dejó en evidencia las tensiones dentro del bloque conservador.
El candidato de Vox, Ignacio Gil Lázaro, solo recibió el apoyo de los 33 diputados de su partido. La ausencia de un acuerdo con el PP, en relación con la Vicepresidencia de la Cámara, llevó a Vox a presentar su candidatura por separado. Esto subraya las diferencias y desafíos internos que a menudo caracterizan a las coaliciones políticas.
El Senado, por su parte, eligió a Pedro Rollán del PP como presidente con una mayoría absoluta de 142 votos a favor. Esta elección, a diferencia de la del Congreso, se alineó con la mayoría del partido en el Senado, donde el PP disfruta de una posición de liderazgo sólida.
Cabe destacar que la XV Legislatura se inauguró en un contexto en el que las divisiones partidistas y la falta de acuerdos son evidentes. El hecho de que los presidentes de ambas cámaras sean de partidos diferentes, con el PP liderando en el Senado y el PSOE en el Congreso.
