El Senado, en esta ocasión, sirvió como escenario de un enfrentamiento entre el Presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, y los once líderes autonómicos del Partido Popular. El foco del debate se centró en la propuesta de amnistía como requisito previo para la realización de un referéndum acordado, presentada por Aragonès, y la enérgica oposición de los líderes del PP, quienes la consideran inmoral y un trato preferencial hacia los políticos catalanes.
Aragonès hizo su inesperada comparecencia en el Senado para participar en la Comisión General de Comunidades Autónomas, donde destacó que la amnistía representa un «punto de partida» esencial para avanzar hacia un referéndum acordado con el Gobierno central. El Presidente de la Generalitat subrayó la importancia de que esta medida continúe lo que se había iniciado con los indultos concedidos en 2021 a los condenados del proceso independentista catalán, el reconocimiento de un conflicto político y su resolución mediante el diálogo y una votación, así como la derogación de la sedición, acuerdos alcanzados por el PSOE y ERC.
Aragonès también instó a sus homólogos a que no instrumentalicen la situación de Cataluña con fines partidistas y, tras su intervención, se retiró de la Cámara Alta sin siquiera saludar al presidente de la misma, Pedro Rollán.
Por otro lado, los once líderes autonómicos del Partido Popular se unieron en oposición a la propuesta de amnistía, argumentando que esta medida conferiría privilegios a los políticos catalanes en detrimento del resto de ciudadanos. Defendieron la igualdad de todos los españoles ante la ley y la necesidad de un trato equitativo para las comunidades autónomas.
Los líderes del PP llevaron a cabo su más sólida ofensiva parlamentaria contra la amnistía, catalogándola como ilegal, inmoral y como un intento de Pedro Sánchez de garantizarse los votos necesarios para su investidura. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, resaltó la diferencia entre el indulto y la amnistía, argumentando que esta última implicaría que España pidiera disculpas a cambio de la investidura de Sánchez.
La presencia de los líderes autonómicos del PP coincidió con la advertencia de Pere Aragonès de que abandonaría la Cámara una vez concluida su intervención. Los dirigentes del PP criticaron su actitud y señalaron que aquellos que se consideran dueños de Cataluña no escuchan las opiniones de los demás.
Además, algunos líderes del PP expresaron su preocupación de que la amnistía sea solamente el punto de partida y que podría llevar a concesiones adicionales que debilitarían la solidaridad entre las comunidades autónomas. También advirtieron que los chantajes no cesarán si el chantajeado no se planta.
Los líderes autonómicos del PP enfatizaron la importancia de proteger la Constitución española y la unidad de España, rechazando la amnistía como una amenaza para estos valores fundamentales.
La sesión concluyó con la promesa de los líderes del PP de no quedarse pasivos y de seguir defendiendo sus posturas en las calles. La posición del PP en contra de la amnistía es firme y clara, y están dispuestos a luchar para mantener la igualdad de todos los españoles ante la ley y la unidad de España.
