En un inusual escenario político, el rey Felipe VI de España ha propuesto a Alberto Núñez Feijóo como candidato a la investidura como presidente del Gobierno. Esta decisión se da tras una ronda de consultas llevada a cabo con representantes de siete formaciones políticas en el Palacio de la Zarzuela durante dos días consecutivos. La noticia fue confirmada por la presidenta del Congreso, Francina Armengol, quien destacó que el monarca tomó esta decisión a pesar de la falta de guía en la Constitución sobre qué hacer en este caso.
La peculiaridad de esta situación radica en que el rey se encontró por primera vez en la necesidad de afrontar una ronda de consultas con dos candidatos a la investidura. A pesar de la falta de claridad en las normas constitucionales, Felipe VI optó por seguir la tradición de proponer al líder del partido con el mayor número de escaños obtenidos en las elecciones generales. En este sentido, el comunicado emitido por la Casa Real resalta que en todas las elecciones desde la entrada en vigor de la Constitución, el candidato del partido con más escaños ha sido propuesto como candidato a la presidencia.
Esta decisión marca el inicio de un proceso político en movimiento. Francina Armengol, presidenta del Congreso, no ha establecido plazos concretos para la sesión de investidura, pero ha manifestado la intención de coordinarse con el candidato para facilitar las negociaciones y los tiempos. Curiosamente, Armengol, miembro del partido socialista, dirigirá la sesión de investidura de Alberto Núñez Feijóo, líder del partido rival.
El presidente del Partido Popular (PP), Núñez Feijóo, había anticipado su disposición a aceptar el encargo de formar un gobierno y presentarse a la investidura tras su reunión con el rey. En su encuentro con Felipe VI, Feijóo destacó su intención de intentar establecer un gobierno en solitario y de comunicar con claridad el plan del partido más votado.
Esta noticia se produce poco después de una reunión entre el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y el rey, en la que Sánchez afirmó ser la única opción viable para liderar el gobierno y que tenía los apoyos necesarios. Aunque Sánchez se comprometió a respetar la decisión del rey, expresó su creencia de que la investidura de Feijóo sería «fallida».
No obstante, el camino hacia la investidura no parece sencillo para el Partido Popular. Hasta el momento, el PP tiene asegurados 172 diputados, cuatro menos de la mayoría absoluta. Aun sumando los escaños de Vox, UPN y Coalición Canaria, la mayoría no está garantizada.
