Ayer fue 8M, día señalado por las organizaciones y asociaciones feministas. La huelga convocada y sus manifestaciones lograron parar el país.
El éxito del 8M durante el año pasado, con huelga incluida, hicieron de España un país de referencia en cuanto al volumen de manifestantes. Las organizaciones encargadas tenían la labor de, cuanto menos, no bajar la intensidad del movimiento.
Pero los últimos acontecimientos sociales y políticos le han hecho relativamente fácil a la ola feminista los argumentos y lemas. Además de convocar manifestaciones, convocaron una huelga general feminista.
La huelga general de este año se basó en cuatro ejes:
- Consumo: Las asociaciones feministas reclaman la supresión de la tasa rosa, la apuesta por una economía verde y local; y exigen una publicidad que no cosifique y sexualice a las mujeres. Además, hacen un llamamiento a no consumir en multinacionales que usen mano de obra esclava.
- Educativa: Conscientes de la importancia de la educación, piden un cambio de paradigma. Consideran que la educación es machista, e impide crecer en igualdad social y equidad
- Laboral: La brecha salaria, los casos de acoso y abuso sexual en el trabajo, el techo de cristal, la feminización de la pobreza… Estas son sólo algunas de las razones por las que llaman a un paro, también laboral, el 8M.
- Cuidados: Sobre las mujeres recae la mayor parte del trabajo doméstico y los cuidados. Exigen que ese día se pare de cuidar, para crear conciencia de esta situación.
Además, las últimas declaraciones de Pablo Casado, referidas al aborto y a la situación de las mujeres en España, no hicieron sino caldear más el ambiente. Ciudadanos contribuyó con su manual de «Feminismo Liberal» en el que rechazaban el lenguaje inclusivo y apoyaban la gestación subrogada. VOX, tras su entrada en el Parlamento Andaluz, exigió los nombres de los técnicos que trabajaban en Igualdad.
Las cifras de asistentes a las manifestaciones del 8M superaron las expectativas
Así, las organizaciones y asambleas feministas empezaron a trabajar de cara al 8M. Ayer llegó el día, y por toda España se celebraron, por la mañana, piquetes informativos, manifestaciones estudiantiles y lecturas de manifiestos de asociaciones particulares, como las periodistas.
Por la tarde, se celebraron las grandes manifestaciones, y fue ahí donde el feminismo celebró una exhibición de fuerza. Gritos como «Luego diréis que somos cinco o seis» o «si tocan a una, nos tocan a todas» resonaron con fuerza por toda España.
La manifestación de Madrid, que contó con la presencia de ministras y ministros del gobierno de Pedro Sánchez, fue la más multitudinaria. La policía cifró a los asistentes en 350.000, el doble que en 2018.
Barcelona, por su parte, sumó a 200.000 personas, la misma cifra que Zaragoza y Valencia. Bilbao sumó a 50.000 personas, y Sevilla y Gijón sumaron a 130.000 y 100.000 personas respectivamente. En Vigo, 105.000 personas se echaron a la calle, y en Coruña, fueron un total de 35.000. En Valladolid, se juntaron 25.000 personas, y en Salamanca lo hicieron 20.000 personas.
Cáceres sumó a 7.500, y Badajoz, a 7.000. La capital extremeña, Mérida, llegó a más de 4.500 personas. En total, la región extremeña sumó a más de 30.000 personas.
El feminismo ha duplicado las cifras del año pasado en la gran mayoría de ciudades, lo que demuestra la madurez del movimiento. La movilización de ayer fue inesperada para muchos grupos que llevaban trabajando meses de cara al 8m. Algunos analistas han comenzado a ver cierta relación entre las cifras de movilización durante el día de ayer y las posibles cifras de participación el 28 de Abril. Ese día se celebran las elecciones generales.
