El piloto de Yamaha, que partía tercero, tuvo que conformarse con la octava posición al finalizar la carrera. En sus declaraciones posteriores, una vez más, mostró su indignación con la situación.
Cuando parecía que por fin las dos Yamaha podían ser competitivas, cuando parecía que Maverick podía estar delante, de nuevo el domingo de carreras se tiñó de gris para el 25. Tras dos días de entrenamientos y un WUP con buen ritmo, Viñales vio como en carrera sus posibilidades desaparecían. De nuevo, se vio obligado a conformarse con la mejor posición a la que su moto podía aspirar.
Una montaña rusa inexplicable
«Es difícil de entender hasta para mí, un día estoy primero y el otro el 15″, aseguraba en sus declaraciones. «Hemos construido un fin de semana muy bueno, incluso del FP3 al FP4 dimos un salto impresionante. En la mañana del domingo teníamos ritmo para luchar por la victoria, pero en carrera las sensaciones eran malísimas«.
Solo Yamaha lo puede solucionar
Si bien muchos pilotos han señalado al neumático delantero asimétrico como el causante de los problemas, Viñales se desmarcaba y apuntaba a su propia marca.
«Llevo muchas carreras con sensaciones malas. En los datos se ve que los neumáticos no tienen grip. Mi moto pierde mucho agarre en carrera y no se sabe muy bien el porqué. El neumático no era defectuoso. Llevo seis carreras con estos problemas y mitad del año pasado, así que el neumático no es la excusa. No hay excusa«, afirmaba tajante.
«Algo está mal en la moto. No va bien y casi estoy ahí para hacer el podio viniendo desde muy atrás. Cuando funcione bien, estaré delante. Confío en mi pilotaje y en mí. Sé donde puedo llegar, solo pido más esfuerzo a Yamaha para que me dé una moto competitiva. Estoy aquí para ganar. Cuesta asimilar un octavo cuando crees que puedes luchar por las primeras posiciones».
Necesita las armas para luchar
Ahora Viñales se sitúa tercero a 28 puntos de Márquez. Pero sin recursos, no puede luchar.
«Realmente quiero ganar y luchar por el campeonato. Es mi carácter, ir hacia arriba. Llevo desde Montmeló del año pasado sufriendo. Es bastante tiempo para que Yamaha pueda entender las cosas. Ahora tiene que trabajar duro. Tienen un piloto para pelear por el campeonato y me tienen que dar las armas. Ahora mismo estamos lejos de tenerlas», finaliza el catalán.
