Sprint final de la temporada de F1 que ha empezado con el primer GP de Baréin bajo luz artificial. Una carrera marcada por un inicio muy accidentado y un final que beneficia a McLaren en constructores. Grosjean puede considerarse también vencedor, después de salir por su propio pie, aunque con algún rasguño, de un accidente que podría haberle costado la vida.
Todos salieron con neumáticos medios, con excepción de Carlos Sainz, quien salió con los blandos, haciendo estrategia al ataque. Leclerc, Grosjean y Latifi salieron con los duros, haciendo así también, una estrategia diferente.
Un susto que pudo ser peor
La salida fue alocada. En la salida de la curva tres, Grosejean tuvo un accidente que nos tuvo en vilo. Una gran llamarada hizo que se nos congelara el corazón durante varios segundos. Obviamente, se sacó bandera roja para poder sacar el coche de ahí, limpiar toda la pista y arreglar el guardarraíl. La carrera fue suspendida durante 1h30′. Prácticamente lo que podría haber sido la duración total de la carrera.
Tras la bandera roja, hubo quien quiso cambiar de estrategia. Después de que los monoplazas se ordenaran según las indicaciones de la FIA, todo estaba dispuesto para otra salida. Los semáforos se apagaron y tras unas primeras curvas tranquilas, en la 8 Stroll volcó debido a un contacto con Kvyat. Tuvo que salir el Safety Car. Todos ordenados y una salida diferente.
Durante el periodo de Safety Car, Bottas hizo una parada y montó los neumáticos duros, haciendo un cambio de estrategia. Parece que tuvo algún problema para tomar dicha decisión. Tras 5 vueltas el coche de seguridad se marchó. La resalida fue sin incidentes y apenas sin cambio de posición.
En la primera vuelta tras el Safety Car, Daniel Ricciardo cometió dos errores por los cuales perdió la posición con Leclerc y Sainz. Tras un par de vueltas luchando, Sainz le consiguió pasar a Leclerc en una batalla preciosa. Tras esa lucha, Ricciardo no tardó más de cuatro curvas en pasar al monegasco.
Las parades en boxes, clave
En la vuelta 17 se abrió la veda de las primeras paradas. Renault fue quien empezó el baile y tras ellos, todos fueron entrando. Sainz aguantó la primera parte con un muy buen ritmo y haciendo durar sus neumáticos blandos, los cuales, a priori, eran más lentos.
Tras varias vueltas, cocinándose el adelantamiento a fuego lento, Carlos Sainz consiguió efectuar un buen adelantamiento a Ricciardo en la curva 4. Una vez superado el eslabón australiano, fijó su mira en Ocon. En la frenada de la 1 consiguió pasar. Después de unos giros pegados, en Renault dieron órdenes de equipo y Ricciardo pasó a Ocon entre la curva 8 y 9.
A partir de la vuelta 35 se realizaron las segundas paradas. Verstappen y Ocon, junto con Albon, fueron los primeros en entrar. McLaren fue de los últimos en entrar. Norris en la vuelta 39 y Carlos una vuelta después. Una parada mala, lastraría al madrileño.
La carrera se mantuvo bastante calmada después de los segundos pit-stops. Bottas pudo pasar a Ocon y Vettel a Magnussen. Los demás se encontraban en una batalla enquistada. Todos intentaban cuidar neumáticos. Verstappen paró en la vuelta 47 para montar un juego de medios. En la vuelta 51, tras traccionar mejor en la primera curva, consiguió materializar el adelantamiento sobre Pierre Gasly y conseguir la sexta plaza.
En la vuelta 54 saltaba la sorpresa cuando Perez rompía el motor. Albon se veía beneficiado de esta situación, para poder subirse al podio. Los McLaren también sacaron rendimiento de la situación, sobre todo en cuanto al campeonato de constructores. La carrera finalizaría bajo el safety car.
Hamilton venció una vez más, los Red Bull hacen doble podio y los McLaren se benefician, después de una quali pobre. Próxima estación: mismo ubicación pero diferente configuración de trazado, la próxima semana.
