Dior afianza su relación con la actriz y la elige como imagen para su campaña de invierno, caracterizada por su símbolo de la elegancia y el refinamiento con un toque de modernismo.
No es la primera vez que Jennifer Lawrence luce vestidos de este diseñador. En la gala de los Oscars, en el cual estaba nominada como mejor actriz, en 2013, la protagonista de El lado bueno de las cosas vestía un precioso vestido de Alta Costura de Dior que tenía un cuello en forma de palabra de honor y un toque pomposo en tono champán. Este look estaba valorado como el más caro en la historia de los premios de la Academia.
A su vez, Lawrence ha protagonizado en muchas ocasiones numerosas campañas de la firma francesa, incluso, apostando no solo por la moda textil, sino por la cosmética con la fragancia Joy.
Una campaña sofisticada, pero con un toque moderno
Con esta campaña de invierno, su directora creativa, María Grazia Chiuri, elabora una oda a la elegancia y al refinamiento, a la belleza escultórica -y qué mejor que utilizar la imagen de la actriz que vistió dicha marca en la recogida de la “estatuilla” más famosa en el panorama cinematográfico-, pero siempre dándole un toque moderno y contemporáneo muy popular en la Maison.
En las instantáneas podemos observar a la estadounidense con una gabardina negra atada con un cinturón del mismo color, lo que le daba un toque más moderno. En el ámbito de las celebraciones Jennifer posaba con un espectacular y clásico vestido rojo, que al igual que en la gala de los Oscars, era de palabra de honor y pomposo en su caída. Este diseño realzaba su figura y era bastante sencillo.
Para terminar, nos presenta un traje chaqueta – pantalón más casual que el vestido rojo. Este look es de lunares blanco y negro, abotonado y con un cinturón negro, devolviendo ese toque moderno como en las otras prendas.