Reportaje sobre el fracaso económico de la región manchega durante la primera década del siglo XXI
El escritor Aleix Saló ha vuelto a dejar vigente el vertiginoso ciclo de la Historia y sus posibles consecuencias devastadoras. Dentro de este proceso, se hace énfasis al clientelismo político, práctica que tuvo lugar en la Restauración y durante gran parte del reinado de Juan Carlos I.
Castilla-La Mancha no fue la excepción que rompió la regla. La región se había mantenido fiel a la izquierda. José Bono y José María Barreda dejaron huella en la comunidad, sobre todo este último.
En una de las entrevistas que le realizó el director de Imás Televisión, Julián Camacho, confesó que fue una de las personas que luchó porque la región tuviera una universidad. También recordó que el Alcázar de Toledo pasó de ser un centro de armas a una de las principales bibliotecas de la zona.
Sin embargo, uno de sus principales proyectos fue la construcción de un Aeropuerto. Dicho plan fue fallido y todavía les duele a los habitantes de la región.
Este artículo no tiene la idea de condenar a los responsables del fracaso cosechado. Al fin y al cabo, quien esté libre de pecado que tire la primera piedra. Pero lo cortés no quita lo valiente y a veces es necesario recordar los errores del pasado para no repetirlos en el futuro.
Cuando todavía gobernaba José Bono, la Cámara del Comercio solicitó la implantación de un Aeropuerto en Ciudad Real, concretamente en 1997. José María Aznar acababa de estrenar hogar en Moncloa como presidente del Gobierno. Una de sus principales ideas era la privatización del suelo como muestra de su ideología liberal.
Dicha normativa, la Ley 6/1998 explicaba que «el suelo que, a los efectos de esta Ley, no tenga la condición de urbano o de no urbanizable, tendrá la consideración de suelo urbanizable, y podrá ser objeto de transformación en los términos establecidos en la legislación urbanística y el planeamiento aplicable».
De este modo, todo suelo podía ser objeto de edificación, siempre y cuando no atentara contra el medio ambiente. Esta circunstancia impulsó la inversión del capital privado nacional y extranjero.
Este cambio de normativa también impulsó la construcción de autopistas, redes de ferrocarriles y aeropuertos. En el caso de Ciudad Real, el proyecto de la construcción de dicho aeropuerto se apoyó en el Plan Director de Infraestructuras elaborado entre 1993-2007, sustituido por el Plan Estratégico de Infraestructuras y Transportes (PEIT).
Según el Ministerio de Fomento, dicho proyecto destinaba el 1,5 % del PIB en la construcción de obras públicas. En el horizonte de los manchegos quedaba la implantación de la línea ferroviaria Madrid-Sevilla que provocó un aumento de la población cuidarrealeña y sus consecuentes inversiones.
También impulsaría el sector económico de ciudades dormitorio pertenecientes a la comarca del Campo de Calatrava. Dicho territorio se sitúa al Sur de la capital de la provincia, lugar escogido para la construcción del deseado aeropuerto.
Sin embargo, es uno de los lugares por los que se sustenta la Red de Áreas Protegidas de Castilla-La Mancha. Reservas Naturales como por ejemplo la Laguna del Prado; Microrreservas, como la Laguna de Caracuel; o diferentes Monumentos Naturales, como el Macizo Volcánico de Calatrava, el Mar de la Hoya de Cervera, o el Volcán de La Posadilla eran buenos ejemplos de ello.
También había que tener en cuenta sus respectivas Zonas de Especial Protección para Aves (ZEPA). El Sisón Común o la Avutarda Común son algunas de sus joyas de su fauna.
Sin duda, su construcción resultaba complicada en dicho territorio. De este modo, el proyecto presentado a finales del siglo pasado presentaba otras alternativas como su construcción en lugares como Miguelturra, Torralba de Calatrava y Villar del Pozo.
Este último territorio seguía atentando contra la ZEPA. Pero al mismo tiempo, se gozaba de la posibilidad de convencer a los habitantes del municipio en que cedieran sus terrenos. Se dejó caer que sería una oportunidad para que la población podía encontrar una fuente de empleo.
Sin embargo, la Declaración de Impacto Ambiental de 2001 declaró la negativa a su construcción en dicho territorio. Aquella circunstancia impulsó la manifestaciones de vecinos y de grupos ecologistas.
Mientras tanto, el caciquismo se impuso como respuesta. Personalidades políticas como Jesús Gil o Francisco Camps fueron imitadas por una dupla que aún duele a los habitantes de Castilla-La Mancha, José María Barreda y su compañero de colegio, el empresario Domingo Díaz de Mera.
Este último se había convertido en un ídolo para la población. Era el propietario de una de las glorias de nuestro deporte, el BM Ciudad Real.
Al mismo tiempo, se hizo con el control de gran parte de la prensa de nuestro territorio. Además de recibir el apoyo de la prensa por parte de medios como La Tribuna de Ciudad Real o el Lanza, el propio Domingo invirtió en la puesta en escena de periódicos como El Día de Ciudad Real o Las Noticias de Castilla-La Mancha.
Pero su el grueso de su actividad económica se basaba en la adquisición de terrenos urbanizables con recursos anticuados, aumentando su mano de obra, pero incrementando los costes de su construcción. Por lo tanto, se optó por utilizar la vía maquiavélica.
En esta aventura le acompañó otro consagrado constructor, Juan Antonio León Triviño, presidente de la Cámara de Comercio de la zona. Su afán por fomentar la política exterior y por mejorar la vida de los empresarios le hizo asegurar que no se jubilaría hasta que viera funcionar dicho aeropuerto.
Con la prensa más que blindada, la inversión no se hizo esperar. Allá por 2006, en palabras de la periodista Marisa Recuero en el suplemento de El Mundo, el promotor CR Airport S.L, las aportaciones económicas fueron los siguientes:
- Cámara y Diputación de Ciudad Real: 120 millones de euros.
- Ayuntamiento de Ciudad Real: 30 millones
- Ayuntamiento de Puertollano: 30 millones
Por otra parte, las acciones quedaron divididas de la siguiente forma: Inversiones Aeroportuarias del Centro (con un 39% ), Caja Castilla-La Mancha Corporación (un 26%), El Monte (un 10%), Iberdrola (un 9%), Aeropuerto de Ciudad Real (un 8%), el Grupo Méndez Pozo (un 5%), el Grupo Isolux (un 3%) y la Universidad de Castilla-La Mancha (un 0,06%).
El Diario
A pesar de su enésima lucha por sentir el placer de buscar el vacío legal y tras otros tantos parones de obras, su inauguración prevista para el 27 de octubre de 2008 quedó pospuesta. Triviño consideró la decisión como «barbaridad».
El esperpento había llegado hasta el punto de que uno de los periodistas contratados por Domingo, Carlos Otto-Reus, manifestó la colección de cafradas llevada a cabo por los inversores y el Gobierno autonómico para forzar su construcción.
Palabras como «bienvenidos a Ciudad Real, cuna de especuladores, manipuladores y mafiosos. Bienvenido a nuestra a tierra; entre y robe su parte» no pasaron inadvertidas.
Por un lado, Santos González Monroy, periodista de MiCiudadReal, no dudó en felicitarle por haber destapado los errores a esta práctica.
Por otra parte, fue despedido del rotativo El Día de Ciudad Real por «haber mordido la mano que le da de comer». Además, dicho movimiento quedó catalogado como despido procedente por haber confundido «el constitucional derecho a la libertad de expresión y la sana crítica con el tratamiento injurioso y vejatorio».
Un día más tarde del despido, la mayor parte de los medios de comunicación se hicieron eco de la noticia. Poco tiempo más tarde, aquella historia quedó en el anonimato, mientras que el propio Carlos encontró un maravilloso camino en el mundo del emprendimiento.
Este hecho demostró que el tiempo ponía a cada uno en nuestro sitio. Por desgracia, este acto de justicia cósmica iba a llegar más pronto de lo esperado.
El aeropuerto abrió las puertas el 19 de diciembre del año 2008. Air Berlín, Vueling, Air Nostrum y Ryanair fueron algunas de las aerolíneas que operaron. Además, Barreda anuncia en febrero de 2009 la firma del protocolo para la estación del AVE del aeropuerto.
Sin embargo, la alta demanda combinada con el bajo poder de convocatoria para los viajeros engrosaron la deuda de sus inversores.
Para colmo, la burbuja inmobiliaria había estallado y su efecto no tardaría en repercutir. Según un informe de Banco de España, CCM asumió un riesgo de 337 millones, pero se llegaron a arrastrar unas pérdidas que oscilaban entre 400 y 1.000 millones de euros.
Cabe destacar que la entidad financiera llevó a cabo el falseamiento de las cuentas por parte del socialista Juan Pedro Hernández Moltó y al ex director de la misma, Ildefonso Ortega. Se llegó a anunciar un falso beneficio de 93 millones de euros.
La Tribuna de Ciudad Real
Al mismo tiempo, en mayo del año 2009. Antonio Miguel Méndez Pozo, Domingo Díaz de Mera y Antonio Barco Fernández anunciaron su dimisión como consejeros de Sociedad CR Aeropuertos.
No era para menos, la deuda se estaba incrementando hacia niveles insospechados. Para colmo, Libertad Digital confesó en 15 de abril de 2010, el presidente de la Junta inyectó 140 millones como ayuda a semejante hecatombe mediante ayudas públicas a la empresa propietaria del proyecto.
La oposición se mantuvo tajante y el PP manchego liderado por María Dolores de Cospedal, pero la alcaldesa del municipio ciudarrealeño, Rosa Romero, hacía ojos a los pesos pesados de su tierra.
Le prorrogó la cesión del pabellón Quijote Arena por otros veinticinco años y anunció una nueva subvención de 330.000 euros para la presente temporada.
Era un guiño a la continuación del sueño de una noche de verano. Pero el amanecer transformado en pesadilla estaba más cerca de lo esperado. La compañía danesa DSV Air cesó su actividad en febrero de 2010 y tres meses más tarde, Air Berlín
A principios de junio de 2010, El Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción número 4 y de lo Mercantil de Ciudad Real declaró «concurso necesario» de acreedores a CR Aeropuertos S.L.
Tal y cómo confesó dicho tribunal y recogió EuropaPress, «se nombra también a tres administradores concursales: un abogado, un auditor-economista y un acreedor, en este último caso, a Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Córdoba-Caja Sur».
El efecto mariposa se hizo inminente. Una de las compañías más influyente, Raynair, dejó de operar en el aeropuerto. Habiendo perdido a un gran valedor, se aplicó un ERTE a 79 de los 86 trabajadores del reciento para inaugurar el 2011. Posteriormente, a mediados de dicho año, su director, Escolástico González, presentó su dimisión.
Aquella fue la gota que colmó el vaso para un junio negro en la provincia. El cambio de gobierno se hizo realidad. Por primera vez en casi tres décadas, la región cambiaba de signo político en un Titanic financiero.
CRN y El Día de Ciudad Real cesaron su actividad comunicativa, dejando en el paro a una cantidad destacada de periodistas. La finalidad no era otra que mantener con vida a un BM Ciudad Real que acababa de conseguir un triplete (Supercopa de España, Copa del Rey y Copa ASOBAL).
Marca
Parecía que el palmarés dejaba entrever una alta rentabilidad por el volumen de títulos. Nada más lejos de la realidad, el viabilidad económica brillaba por su ausencia. Los patrocinadores eran empresas propias que no generaban el beneficio deseado.
También resultaban vitales las subvenciones públicas. Incluso el propio Domingo sugirió que se invirtiera en el equipo un 20 % del presupuesto destinado a Fenavin. Según explicó uno de sus ex jugadores, Julio Fiz, el nuevo Gobierno de Cospedal se mantuvo negativa a las propuestas del propio Domingo.
El ultimátum del magnate fue claro. Dio catorce días para la búsqueda de un patrocinador para mantener el estatus del proyecto. En caso de no encontrarlo, diversas peñas optaron por la tener un equipo con el que se pudiera luchar por la permanencia.
Domingo no estaba por la labor de bajarse de la cima y trasladó el equipo a la capital, permitiendo que el Atlético de Madrid sumara una nueva sección.
La misma suerte corrió el famoso Aeropuerto. Hubo que esperar hasta diciembre de 2011. Tres años después de su inauguración, El Juzgado de lo Mercantil número 4 de Ciudad Real ordenó la suspensión temporal por un año de la actividad del Aeropuerto Central de Ciudad Real.
Años más tarde, volvió a ser abierto por transportes de mercancías de iniciativa privada. Sin embargo, esa es otra historia merecedora de otra pieza. Mientras tanto, toca aprender sobre los errores cometidos en el pasado.
El objetivo de la ciudadanía es mejorar su calidad de vida, pero la paciencia y la cautela debe imperar en todo momento para que impere el éxito colectivo.
