Un “espécimen” nunca antes visto de apenas 1.98 metros y 130 kilos está explotando. Williamson está respondiendo a las expectativas puestas sobre él.
Un milagro contra el destino
En mayo de 2019 tuvo lugar el sorteo de Draft donde New York Knicks, Cleveland Cavaliers y Phoenix Suns son los principales favoritos para llevarse la primera elección, y esto se traducía en conseguir al joven Zion Williamson. Por la gran manzana solo pasaba la idea de volver a ser un estandarte de la liga con Williamson. Sin embargo, aquel sorteo fue uno de los más sorprendentes de los últimos años, New Orleans Pelicans se lleva aquella lotería del Draft contra todo pronóstico. David Griffin, General Manager de NOLA, que en el pasado también logró conseguir el 1er pick del 2003 para Cleveland Cavaliers donde fue elegido LeBron James, volvía a triunfar. En la ciudad del jazz volvían a soñar pese a la inminente salida en verano de su mayor estrella, Anthony Davis.
Desde Estados Unidos no pararon de llegar informaciones asegurando el descontento de Williamson. Además en aquella lotería pudimos ver gestos de descontento por parte del jugador de Duke tras conocer que New Orleans iba a ser seguramente su destino. El posible descontento de Zion llegó al punto de la especulación en la cual éste se replanteara jugar otro año más en la universidad , algo que fue desmentido por su padre confirmando el compromiso de su hijo con la franquicia de Luisiana tras ser elegido finalmente por ellos el 20 de junio de 2019.
Impacto inmediato y cambio de rumbo
New Orleans Pelicans ha sufrido un gran cambio con la vuelta de Zion Williamson, que, por culpa de problemas en el menisco de su rodilla derecha tuvo que pasar por quirófano y estar varios meses sin poder debutar. Un total de 44 han sido los partidos que no ha podido disputar el nº 1 del Draft. Hasta la vuelta de Zion a las pistas, los de Alvin Gentry han estado en la parte baja de la conferencia Oeste. No se produjo un hundimiento catastrófico gracias a un Brandon Ingram que ha logrado ser All Star por 1ª vez en su carrera.
El récord de la franquicia sin Williamson fue de 17-27, es decir, un 38,6% de victorias. En ataque, el equipo de Nueva Orleans ocupó el puesto número 18 con un Offensive Rating de 109,4 por 100 posesiones; en defensa el problema es todavía mayor y solo encontramos a seis equipos (puesto nº 24) con por Deffensive Rating.
La vuelta tras lesión del ala-pívot y tras sus 13 primeros partidos, Williamson rompe con todas estas estadísticas para elevar a los New Orleans Pelicans a un privilegiado lugar en la NBA. El balance de victorias es positivo con 8 victorias y 6 derrotas (57,1%), 3 de las cuales fueron contra equipos que luchan por el anillo como Milwaukee Bucks, Los Ángeles Lakers y Denver Nuggets. Lo más sorprendente lo podemos ver totalmente claro en los apartados ofensivos y defensivos, donde los Pelicans se cuelan en el top 10 en ambos. En Offensive Rating el equipo se ha disparado hasta la 8º posición; en Deffensive Rating el equipo se encuentra 9º, el impacto de Zion es directamente asombroso. Tras los 13 partidos, las cualidades del monstruo de 130 kilos han potenciado la velocidad de juego de Pelicans.
La producción llevada a grandes niveles
Pese a haber participado en muy pocos partidos por lesión, Zion Williamson parece que puede con todas las expectativas y su techo queda muy lejos. Todo el panorama en Nueva Orleans ha cambiado hasta el punto de no ver tan descabellada una clasificación para Playoffs. Aunque no lo parezca, Zion posee un gran IQ en la pista, es decir, es muy inteligente y aprovecha todas sus ventajas. Ha desechado de momento su tiro exterior (el 94% de sus tiros son de 2 puntos) para centrar su juego en atacar la zona, ya sea con embestidas salvajes o con posteos en los que muestra un genial juego de pies; el 91% de sus tiros son a 3 metros de distancia.
Zion with the spin! #WBD pic.twitter.com/Z7mWge1bDH
— New Orleans Pelicans (@PelicansNBA) February 24, 2020
Las estadísticas del jugador esta temporada son de 23,3 puntos con un 57,3 % de acierto, 7,1 rebotes y 2,3 asistencias en tan solo 28,5 minutos de juego . Al ver más allá de la estadística tradicional observamos que está promediando 29,5 puntos por 36 minutos, la marca más alta de un rookie de toda la historia en la NBA. Para ponernos en contexto, Wilt Chamberlain, MVP en su temporada de novato, hizo un promedio de 29,2 puntos por 36 minutos. Zion es un maestro de la producción.
Su complexión física ha animado a Alvin Gentry a utilizarlo durante varios momentos en los partidos como 5, practicando un súper small ball. Al coincidir con Derrick Favors en pista, el pívot titular queda abierto para dejar la zona libre a Williamson para que pueda ser devastador. En defensa coincide con el prototipo de jugador multiposicional capaz de intercambiar posiciones en defensa, hasta el punto de ser capaz de defender desde la posición de 1 hasta la de 5.
Dueño del futuro, ya es una realidad
La capacidad de reacción que tiene es sorprendente a la hora de entrar en acción en segundas oportunidades y compensar errores. Con un doble salto letal es capaz de coger su propio rebote varias veces hasta poder finalizar.
BULLY BALL! #WontBowDown pic.twitter.com/wL5z8MeQiB
— New Orleans Pelicans (@PelicansNBA) February 24, 2020
Los equipos con interiores de gran tamaño son el principal problema para Zion. Esta situación la hemos podido ver frente a parejas interiores como las de Lakers y Bucks donde el ala-pívot ha tenido muchas dificultades para encontrar su espacio. No obstante, el jugador de Pelicans ha seguido realizando grandes actuaciones y rompiendo récords. El ex jugador de la universidad de Duke ha igualado a Carmelo Anthony con nueve partidos consecutivos anotando 20 o más puntos, la racha más larga para un teenager (menos de 20 años) en toda la historia de la liga. Zion Williamson está totalmente recuperado de su rodilla, y si le respetan las lesiones, parece que tenemos un talento diferencial para años capaz de competir el futuro a Luka Doncic y Giannis Antetokounmpo.
