Victoria por la mínima del Girona frente a un muy buen Mirandés que sólo le faltó finalizar todo el juego creado.
Empezaba el partido en Montilivi con un Girona obligado a ganar para no ver la parte noble de la tabla aún más lejos y para recuperar la sensaciones que había perdido en los últimos cuatro encuentros. El Mirandés por su parte partía con una muy buena dinámica gracias a sus diez de quince puntos posibles. El equipo entrenado por José Alberto López reunía un total de veintitrés puntos que lo catapultaban a la séptima posición de la Liga SmartBank.
El partido empezaba con el dominio del equipo entrenado por Francisco que volvía a alinear a Christian Stuani, acompañando a Sylla en la delantera, tras perderse los últimos encuentros debido a una larga lesión en la espalda. Con un 4-4-2 muy definido, el Girona volvía a plantear un juego dinámico; con idas y venidas pero con la falta de determinación en la zona de tres cuartos. El equipo rojinegro, con la segunda equipación azul, le costaba conectar con el delantero senegalés Nicolas, apercibido con tarjeta, y Caballero, ubicado en media punta, tendía a recibir los balones en su propio campo. Así era tarea difícil.
Los rojiblancos fueron los primeros de avisar tras un muy buen centro de Sáiz que Bernardo llegaba en el segundo palo y no lograba finalizar a gol. La mejor ocasión por el momento, puesto que la siguiente acción llegó el tanto de Mamadou Sylla tras un muy buen golpeo con la derecha y que entraba por el palo izquierdo de la portería defendida por Raúl Lizoain. El Girona se adelantaba en el partido y lograba desatascar el partido en la faceta ofensiva. Mucho premio por poco remate, así no obstante el gol subió al marcador del equipo que lo había intentado más.
La segunda parte seguía con la misma tónica, el Girona con muy poco llegaba hasta la cocina y creaba ocasiones de peligro. El Mirandés, de menos a más, disponía de la mejor ocasión del partido tras un balón dividido que no lograba conectar con Nicolás, e Ivan Martín de segunda línea disparaba y Juan Carlos despejaba fuera. La mejor ocasión por el equipo leonés que cada vez llegaba con mejores sensaciones en la zona de ataque. El partido se rompía y Francisco decidía sacar a Stuani y meter a Cristóforo para dar más solidez en la zona del medio.
Nicolas Jackson volvía a ser protagonista con una buena jugada individual que terminaba con una buena asistencia a Pablo Martínez y que conectaba con Ivan Martín para disponer otra vez de una clara ocasión de gol. Juan Carlos bloqueaba. El Girona le costaba cambiar de velocidad y el Mirandés cada vez exigía más. El partido llegaba al minuto setenta con el dominio total del esférico del equipo visitante y que hacía prever el tanto del empate.
El partido estaba en el tiempo añadido con el equipo visitante echando toda la carne en el asador y con un equipo local sin ánimo de combinar dos balones. El árbitro miraba el reloj y señalaba el final del partido. El Girona ganaba un partido muy sufrido con un muy buen Mirandés en campo abierto.
