El Girona sale victorioso de Almería sacando un empate con tres hombres menos durante más de diez minutos.
El Girona llegaba al partido con una buena dinámica, sobretodo de puntos (nueve de doce puntos posibles). El Almería por su parte también parecía volver a reunir buenas sensaciones mediante un juego fluido en ataque (cinco goles en dos partidos, dos victorias). Ambos equipos, que se habían enfrontado en el play off de la temporada pasada, venían con la intención de engrasar los buenos resultados y poner rumbo a la parte alta de la tabla.
Tal era la igualdad dentro del campo que las ocasiones de gol no llegaban, sobretodo por parte del conjunto visitante que no lograba finalizar las rápidas transiciones tras perdida del equipo entrenado por José Gomes. Pero los guiones a veces se tienen que cambiar y al minuto veinte de la primera parte el VAR intervino para expulsar a Ramalho tras una perdida de Gumbau en construcción y que dejaba a su compañero solo en una jugada dividida con Umar Sadiq. Expulsión clara con el reglamento en mano, pero se podría cuestionar con la interpretación del árbitro y la distancia que había con la portería defendida por Juan Carlos.
El Girona se tenía que reestructurar y volver a dibujar el eje de la defensa; Calavera ocupaba el puesto de central izquierdo y Aday pasaba al lateral. Con estos cambios el conjunto local empezó a construir más por banda derecha, viendo la poca solidez del conjunto catalán con Gumbau sin llegar a las ayudas con Antonio Luna. Corpas se asociaba con Balliu para poner buenos balones dentro del área. En una de estas buenas acciones por banda derecha llegaba una muy buena ocasión que terminaba a las manos del guardameta visitante, tras un disparo en la frontal del canterano amarillo Morlanes.
El Girona intentaba sacar agua del bote y, con mucho trabajo solidario y defensivo, llegaba al descanso con el resultado inicial. El equipo de Francisco se tendría que renovar tácticamente para intentar sacar algún punto de los Juegos del Mediterráneo.
La segunda parte empezaba muy ajetreada sobretodo por la defensa visitante, el primer aviso del Almería fue de Joao Carvalho al minuto 49 que finalizaba una ocasión con un disparo que salía ligeramente por encima del larguero. Minutos más tarde, el mismo jugador volvía a avisar esta vez impactando el balón en el palo. Juan Carlos se quedó haciendo la estatua. La movilidad del Almería parecía incrementarse al pasar los minutos y en la superioridad numérica lograba encontrar las mejores ocasiones de gol.
Pero el Girona avisaba con una muy buena transición de Calavera que precisaba un muy buen cambio de juego a Sylla y que con el pecho encaraba la portería local. El disparo acababa pasando ligeramente por encima del larguero y por poco no lograba dar el zarpazo. El partido estaba mas vivo que nunca. Poco tardaría el Girona en volver a estar intervenido por el VAR, cuando tras una acción de Cristóforo el árbitro decidía expulsarlo con roja directa. Y pocos minutos después el Girona volvía a quedarse con un hombre menos tras una durísima entrada de Monchu a Balliu. Empezaba el aceche local a la portería visitante. Ocho contra once.
El partido era un acoso constante del Almería que disponía de las mejores ocasiones del partido, un total de once disparos que no lograban perforar la portería del conjunto catalán. Tanto era el acoso que llegó el gol local, acto seguido fue anulado por fuera de juego de Sadiq. El Girona con mucha solidaridad lograba finalizar el partido con empate a cero. Como si de un miráculo se tratase, el conjunto de Francisco persistía y sumaba un punto que sabía a oro.
