Nervión ha sido testigo de las actuaciones de muchos genios de este deporte. Ever ha sido el último, y tras varios años todavía no se ha encontrado a ese futbolista capaz de hacer olvidar al mago de Rosario. El «10» pesa mucho. ¿Será capaz Isco de enfundárselo?
En la historia del fútbol siempre se ha denominado como «diez» a ese futbolista referencia de un equipo, faro en el campo, por el que pasaba todo el juego y capaz de levantar al público de sus asientos. Ese futbolista al que la grada señala cuándo la cosa se complica, el que levanta la mano y agarra el balón cuando más quema. Ese es el diez, y aunque no siempre se corresponda con el dorsal que lleva a su espalda, todos los aficionados saben quien lo porta realmente.
Pelé, Ronaldinho, Zidane, Maradona, Riquelme, Messi… hablamos de un Olimpo muy selecto en el mundo del fútbol, jugadores que han llevado a sus equipos, y al propio fútbol, a lo más alto de este maravilloso deporte. Poetas del balón, que por más que avance este deporte, y el fútbol, como todo en la vida, se vaya modernizando hasta niveles de perder su esencia, mientras haya «diez», el fútbol no perderá el romanticismo. La gente seguirá pagando una entrada para ver a ese futbolista, como el que paga para ver a los mejores cantantes, músicos, actores, o museos.
Sevilla añora esta figura, porque hasta en una de las casas de Bilardo y su peculiar forma de entender el fútbol, se necesita de un artista. Porque en la simplicidad del ganar, el sevillismo añora esos trazos en el césped. Y es que Nervión sabe tela de todo esto, el «diez» de todos los «dieces» estuvo en esta casa. ¿Qué más se puede decir?
En el teatro donde Maradona se vistió de corto, también hay que mencionar a Suker, Francisco, nuestro querido José Antonio, o el más reciente, el añorado Ever Banega. El argentino fue el último gran genio de este club, escribiendo con letras doradas su paso por Sevilla. E incluso dejando la plata en un segundo lugar (juro no volver a decir esto), Ever ha trascendido por su manera de ver, entender y ejecutar su fútbol. En la cuna del arte, tuvo que ser un rosarino el personaje que mejores obras ha realizado en los últimos años. En la ciudad de la Maestranza, ha sido un argentino el artista que más «olés» ha escuchado en una de las mejores plazas del país. Añoramos a Ever como el que añora a Curro Romero, buscando en otras figuras actuales similitudes y facetas que nos retrotraigan a esos tiempos.
En eso ha estado Monchi en los últimos años, en la búsqueda de ese sucesor. Tratando de encontrar al «diez», en una tarea de una dificultad extrema, incluso para el Messi de los despachos. Correr corren muchos, defender bien también, e incluso marcar goles (que es en lo que consiste este deporte), pero pocos, muy pocos, juegan al fútbol. Nervión ya aguarda a uno de sus mejores candidatos. ¿Será el «22» el sucesor del «diez?
