El Real Madrid acaba la fase de grupos de la Champions League de la peor manera posible. Una derrota por 0-3 ante un CSKA Moscú que ha acabado último en el grupo y que ha vencido a los blancos en ambos enfrentamientos.
La imagen del Real Madrid vuelve a nublarse tras el partido de esta noche en el Santiago Bernabéu. Solari volvió a hacer rotaciones y a dar minutos a los menos habituales exceptuando a Thibaut Courtois, Álvaro Odriozola y a Karim Benzema, pero la misma fórmula que sí funcionó en Copa del Rey frente al Melilla no tuvo el mismo premio ante el CSKA Moscú.
Javi Sánchez acompañó a Vallejo en la zaga de la defensa, Marcelo volvía a la titularidad tras su lesión, Fede Valverde manejó con Marcos Llorente el eje del mediocampo con Isco por delante, y Asensio y Vinícius como extremos. Todo parecía ir bien tras la primera media hora del partido, pero de nuevo los errores defensivos volvieron a castigar al campeón.
Primero Sigurdsson lanzó un gran contraataque, llevándose con él a los centrales, y asistió a Chalov para batir a Courtois con un golazo, y minutos más tarde Schelnnikov cogía un rechace dentro del área para poner el 0-2 en el marcador antes del descanso.
Gareth Bale entró por Benzema pero la tónica del partido no cambió. Los rusos, con la línea de cinco defensas plantada atrás, una línea de cuatro en el medio y un punta descolgado, esperando salir a la contra. Los blancos intentaban acercarse a la portería defendida por Akinfeev pero las ideas no fluían. Únicamente Vinicius creaba peligro por la banda izquierda con alguna arrancada pero sin mucha fortuna.
El tiempo pasaba y los rusos seguían cómodos en el campo a la vez que los pupilos de Solari empezaban a ponerse nerviosos. Tanto que un fallo en una de las pocas oportunidades del partido que tuvo el Real Madrid acabó con Isco encarándose con la grada debido a los pitos de la afición.
La suerte también se volvió en contra y Bale se torció el tobillo en un salto, quien estuvo renqueante hasta el pitido final. Entró Kroos por Llorente para dotar de más músculo el centro del campo pero el alemán no aportó apenas en el partido.
Los ataques del CSKA se centraban en la banda izquierda y Marcelo acabó desbordado completamente por Mario Fernandes. Sigurdsson cruzó la pelota al poste derecho para hacer el tercero ante la pasividad y falta de intensidad de los blancos y puso el día de hoy en la lista de las peores noches continentales del Real Madrid.