El uruguayo se despide del Fútbol Club Barcelona antes de viajar a Madrid para incorporarse a la expedición rojiblanca
«Se termina una etapa de la que estoy muy orgulloso. Me llevo amigos y eso me deja feliz. Aparte de un jugador se va un ser humano que tiene sentimientos», señalaba Luis Suárez intentando reprimir las lágrimas.
El delantero uruguayo ha puesto punto y final a su etapa en el Camp Nou con un acto de despedida donde ha estado acompañado de su familia y de sus compañeros de equipo, Leo Messi, Gerard Piqué, Jordi Alba, Sergio Busquets y Sergi Roberto.
Josep María Bartomeu, presidente del club, ha sido el primero en mostrar su agradecimiento al uruguayo por todo lo que ha aportado a la historia del Barça y le ha dejado las puerta abiertas asegurando que esta siempre será su casa y la de su familia.
Pero ante todo el momento de crispación que se vive últimamente en Can Barça, el presidente ha dado un paso al lado dejando al charrúa como único protagonista del acto. Luis Suárez, como ha hecho a lo largo de estos seis años, se ha mostrado eternamente agradecido al Fútbol Club Barcelona por haber confiado en el en 2014 después de “un error que cometí”.
"Se termina una etapa y estoy orgulloso por todo lo que hice. Agradecer eternamente a todos los #culers."
💙❤ #9raciasLuis pic.twitter.com/MhYQ7x13Eg
— FC Barcelona (@FCBarcelona_es) September 24, 2020
El jugador se marcha orgulloso de los logros que ha conseguido en su estancia en Barcelona, algo que consideraba impensable cuando llegó y que ahora le hace sentir orgulloso y satisfecho. Sin espacio para los reproches considera que ha dejado en el campo todo lo que tenía, pero si ha hecho hincapié en que hay que saber hacer autocrítica de los errores futbolísticos que hubo en los últimos años.
Salida convulsa
Luis Suárez ha sido un puñado de emociones durante la media hora que ha durado su acto de despedida. Sus lagrimas al comenzar demostraban la marcha de alguien que estaba a gusto en casa, pero sus gestos cada vez que era preguntado por cómo se ha gestionado su salida dejaban claro que el uruguayo tiene mucho que contar, “hoy es mi despedida, no le voy a dar el gusto a nadie”.
“Cada jugador tiene su momento y si el club o el jugador piensan que hasta aquí llegó hay que aceptarlo. Como cuando el jugador dice que no quiere estar más, hay que aceptarlo igual que cuando el club dice que no puedes estar más”, señalaba Luis Suárez con un cierto guiño a la situación que está viviendo su amigo y compañero, Leo Messi.
El uruguayo ha asegurado que no era ajeno a lo que podía pasar con su futuro sabía que había especulaciones y ha asegurado que la llamada de Ronald Koeman se la esperaba. A pesar de ello el jugador actuó como un profesional sabía que tenía contrato y continuó acudiendo a los entrenamientos, “estaba dispuesto a dar un paso al costado, pero que me respetaran”, remarcaba el charrúa.
Ilusión de cara a sus nuevos retos
Luis Suárez tiene ganas de demostrar que aun tiene nivel para competir bajo una alta exigencia. El delantero a elegido el Atlético de Madrid porque considera que es un club muy competitivo que en los últimos años siempre ha estado en la pugna por LaLiga junto a Fútbol Club Barcelona y Real Madrid.
Se marcha con mucha ilusión y unas altas expectativas, pero aún no se imagina como será su vuelta al Camp Nou, ni mucho menos como será enfrentarse a sus excompañeros, “ellos me conocen a mí, pero ya les dije que yo también los conozco a ellos”.
Ahora sus visitas al Camp Nou serán con la capa de villano, pero antes de marcharse ha querido dedicar unas palabra a los socios: “Al socio le voy a estar eternamente agradecido. He pasado momentos malos y el socio me ha respaldado, voy a estar eternamente agradecido porque ellos confiaron en mí”.
