El Barça se impuso al Espanyol por 1-0 gracias a un gol de Luís Suárez que mantiene al equipo azulgrana en la lucha por el título y desciende al Espanyol.
El ‘derbi de Barcelona’ más atípico y excepcional llega a su fin con la victoria de los azulgranas por 1-0 gracias a un gol de Luis Suárez. Un gol que vale doble, teniendo en cuenta que este mantiene al equipo azulgrana en la lucha por el título frente al Real Madrid, y también ha decidido el destino del Espanyol para la próxima temporada. Un gol de efecto.
El equipo ‘culé’ se impuso a los pericos para conseguir los tres puntos que son imprescindibles de cara a esta recta final de la competición, con la batalla por conseguir el liderato al rojo vivo. El Espanyol por su parte desciende a la segunda división tras una campaña desastrosa que ha acabado con una dura derrota en el Camp Nou frente al eterno rival de la ciudad.
Llegaba el ‘derbi’ a Barcelona, un partido de muchísima rivalidad que llegaba en un momento algo excepcional. Pues las circunstancias que rodeaban el duelo no eran para menos, con un Camp Nou completamente vacío y con ambos equipos en situaciones de casi vida o muerte. El Barça necesitaba la victoria para mantenerse en la lucha por el liderato frente al Real Madrid. El Espanyol también necesitaba llevarse los tres puntos de forma casi obligatoria para poder mantener aún la esperanza de conseguir la permanencia.
Barça y Espanyol estaban obligados a ganar. Foto: FCB
Inicio con miedo a arriesgar
Los primeros compases del partido fueron tal y como se esperaba, con el Barça dominando el balón de forma muy posicional sin dar señales de peligro. El Espanyol, por su parte, se mantenía replegado atrás apostando por salir al contragolpe. Precisamente, en una de esas los pericos tuvieron la posibilidad de adelantarse en el marcador de la mano de Embarba, que llegó totalmente solo al área para lanzar un potente disparo cruzado que sacó Ter Stegen con el pie. Un primer acercamiento que no cambió ni mucho menos la dinámica del partido, con el Barça dominando la posesión por completo. Eso sí, sin crear casi nada de peligro recordando en algunos momentos a la versión del Barça anterior al partido de Villarreal.
En parte esto también sucedió debido a la gran muralla defensiva que dispuso el Espanyol en su área, con casi todo el equipo defendiendo la portería de Diego López. Esto hacía que el equipo azulgrana no pudiera crear ninguna ocasión de claro peligro que pudiera dañar la estructura defensiva del Espanyol.
Tras la pausa de hidratación el equipo perico salió algo más revolucionado de cara a portería llegando a crear serios problemas al Barça. Fruto de ello, Dídac Vilà llegó con peligro al área donde lanzó un centro que sacó como pudo Lenglet, quedando el rechace de nuevo para el lateral que chocó el balón con el palo de la portería azulgrana. Con esa clara ocasión de los pericos nos fuimos al descanso con empate 0-0. Un resultado que no servía para ninguno de los dos equipos, obligados a ganar por motivos bien distintos.
Leo Messi luchando por un balón frente a RDT. Foto: FCB
Más ritmo y más ocasiones
Con la idea de revolucionar el ataque, Quique Setién decidió mover el banquillo dando entrada a Ansu Fati, que duró bien poco sobre el césped. El joven jugador azulgrana realizó una dura entrada sobre Calero, que el árbitro en un principio sancionó con la cartulina amarilla, y que acabó rectificando con la tarjeta roja tras consultar el VAR. El Barça se quedaba con diez y en desigualdad frente al Espanyol, pero no por mucho tiempo. Dos minutos después, Pol Lozano se marcharía expulsado por una entrada semejante a la de Ansu sobre Piqué. Esto hizo que el duelo se volviera a igualar con ambos equipos con un hombre menos sobre el campo. Las dos expulsiones hicieron reaccionar al equipo azulgrana que se empezó a acercar con algo más de peligro a la portería de Diego López.
Precisamente, cuatro minutos después del ‘festival’ de expulsiones apareció el tridente azulgrana en pleno estado de forma para poner el primero en el marcador. Griezmann recibió en el área, y sin pensárselo dejó el balón de tacón para Messi que chutó a portería siendo taponado su disparo, y el rechace quedó para Luís Suárez que cazó el balón muerto en el área chica para remachar el balón a placer. Este tanto hizo que el equipo azulgrana bajara un pistón en ataque, todo lo contrario que el Espanyol, que se soltó algo más y empezó a apretar en ataque consciente de lo que suponía una derrota para el equipo perico. Esto creó muchos huecos que ayudó mucho a que hubieran más ocasiones.
Luis Suárez, autor del único tanto del duelo. Foto: FCB
Una de ellas vino de la mano del Barça, con un buen centro al segundo palo de Jordi Alba que remató con una espectacular volea Leo Messi, pero Diego López estuvo ágil y sacó una mano prodigiosa para salvar a los pericos. Poco después llegó la réplica por parte de los pericos con un saque de esquina que cabeceó Raúl De Tomás al segundo de palo, donde apareció Gerard Piqué para evitar la llegada de Campuzano sacando el balón del área con la cabeza. El partido se iba consumiendo con el Espanyol buscando el gol a la desesperada, que nunca llegó debido a la férrea defensa del equipo ‘culé’. Los tres puntos se quedaron en el Camp Nou gracias al gol de Luís Suárez que le dio la victoria al Barça para seguir en la lucha por el título, y de forma indirecta mandar al Espanyol a segunda división. Un derbi que pasará a la historia.
