El Real Madrid se mete en la final del Mundial de Clubes gracias a un Gareth Bale pletórico. Los tres goles del galés certifican el pase ante un Kashima Antlers que apenas creó peligro y disipan las dudas entorno al conjunto blanco.
El Real Madrid llegaba al partido dejando grandes dudas tras el partido frente al Rayo Vallecano, y en los primeros minutos se vio reflejado la falta de intensidad defensiva cuando el Kashima Antlers estuvo apunto de marcar gol en un córner que se paseó por el área sin encontrar rematador.
Ninguno de los dos equipos se hacía con la posesión del balón pero el conjunto blanco empezaba a encontrarse muy cómodo en el campo. Lucas Vázquez en la derecha y sobre todo Gareth Bale en la izquierda junto a Marcelo buscaban profundidad en los ataques del Real Madrid. El galés empezó a dar un buen quebradero de cabeza a la defensa nipona que veían como sus internadas creaban un verdadero peligro, hasta que llegó el gol. Una gran pared con Marcelo le plantó frente a Soon Tae y con un tiro cruzado hacía el primer gol del partido antes del descanso.
El gol psicólogico del Real Madrid no amedrentó al Kashima Antlers y en el inicio del segundo tiempo se les apreciaba con mucha tranquilidad. Tanta tranquilidad que les llevó a cometer un error y como consecuencia el segundo gol en la cuenta particular de Gareth Bale. Yamamoto dio un pase a Soon Tae, que se quedó corto, y la incertidumbre entre el portero y Sato hizo que el defensa le diera un pase de profundidad al galés que solo tuvo que empujar el balón a la red para poner tierra de por medio en el marcador.
Tal vez sin merecerlo en exceso el Real Madrid ya tenía prácticamente sellado su pase a la gran final. El éxtasis de confianza del Real Madrid por el gol y el desconcierto entre el equipo japonés hicieron que tan solo dos minutos después Marcelo asistiera a Bale para hacer el tercer gol con un zurdazo a la escuadra.
El expreso de Cardiff fue sustituido por Asensio, que minutos después se resintió de sus problemas musculares y tuvo que salir del terreno de juego. Isco salió por Lucas Vázquez y Casemiro volvió a coger sensaciones tras su lesión.
Los jugadores blancos empezaron a relajarse por el amplío marcador y como consecuencia hizo que el Kashima Antlers se animara a llegar a la portería defendida por Courtois. Y consiguieron el gol de la honra aunque con suspense. El tanto de Doi fue inicialmente anulado por fuera de juego pero el VAR tomó cartar en el asunto y validó el gol nipón.
Nada que ver este equipo con el que se enfrentó en la final hace dos años. Ahora espera el Al-Ain en la final. Esperemos ver un año más al Real Madrid levantando el trofeo del Mundial de Clubes.