España es uno de los exportadores de futbolistas más habituales a Gran Bretaña. Desde 1989, más de 150 jugadores españoles han tomado rumbo a las Islas Británicas. Pero en 2021, con la llegada del Brexit finaliza la libre circulación de europeos a Reino Unido.
El inicio de 2021 empezó con el abandono de Reino Unido de la Unión Europea (UE). Ambos territorios rompieron sus vínculos en todos los aspectos, incluido en el mundo del fútbol. El 4 de enero comenzó el mercado invernal de futbolistas. Pero no volverá a ser como antes. Este tiempo de negociación actúa como preámbulo a lo que va a ser el fútbol aplicado a la normativa Brexit. Todos los futbolistas extranjeros tendrán más dificultades para jugar en Inglaterra.
Una medida que va a contracorriente de una de las riquezas de la competición: la afluencia de nacionalidades. Esta temporada cuenta con 275 jugadores extranjeros (47 países). Unas cifras que superan a los 271 futbolistas locales que participan en la Premier League. Es la segunda competición con más nacionalidades en Europa, respecto a las denominadas cinco grandes ligas: Alemania (46), Francia (43) y España (37). Solo le supera Italia con 54 países diferentes, según los datos recogidos en Transfermarkt. Antes, había una libre circulación de trabajadores europeos. Ahora, todos los jugadores que no sean británicos, serán considerados extracomunitarios. Con la excepción de los que pertenecen a un club del territorio.
Prohibido fichar a menores de edad
“Ningún jugador menor de 18 años de fuera de Gran Bretaña va a poder ir a jugar a Reino Unido”. Son las palabras de la Federación Inglesa (FA) en un comunicado. Ello hace que no volvamos a ver casos como el de Cesc Fábregas o Héctor Bellerín. Unos jugadores que decidieron salir de la cantera del FC Barcelona para crecer como futbolistas en Inglaterra, convirtiéndose en ganadores natos.
Solo podrán llegar jugadores formados a la Premier League. Esto hace que Gran Bretaña pierda una gran ventaja competitiva respecto al resto de clubes europeos. Tienen que esperar a que los chavales tengan 18 años, y eso les hará pasar por caja. Pero no solo perjudica a los voluntarios. Otros jóvenes tuvieron que irse por motivos que van más allá de lo futbolístico, como Carlos Mendes. El delantero español del Morecambe FC, equipo de League Two (cuarta división profesional), tuvo que dejar su trayectoria en la cantera del Atlético de Madrid por otros motivos. Mendes, a los 17 años, tuvo que volver a empezar como semiprofesional en el West Didsbury.
“Ofrecieron trabajo a mis padres. No era por temas deportivos. Llegar a Inglaterra fue como empezar de cero. Había muchas diferencias”, explica el jugador del Newcastle de Premier League. Es uno de los españoles que más
tiempo lleva en Inglaterra. Pero, de haber sido antes el Brexit, Manquillo sería uno de los fichajes frustrados por las medidas.
Es otro modelo de jugador. Mendes tuvo que sacarse las castañas del fuego desde abajo. “Sabía que había muchos jugadores españoles que se fueron a temprana edad. Pero todos eran profesionales. Mi situación fue diferente. Cuando llegué a las Islas no tenía nada. Fue un paso de madurez venir a un país nuevo y empezar de cero”, asegura el atacante. El Brexit también acabará con las historias de futbolistas modestos.
Un sistema de puntos para “proteger” al jugador local
Los clubes no podrán fichar a más de tres futbolistas entre 18 y 21 años por mercado, fue otra de las medidas que hizo oficial la FA. Los equipos británicos de todas las divisiones profesionales podrán incorporar a sus plantillas como máximo seis jugadores sub21 extranjeros.
En las Islas no ven con malos ojos poner un límite. La FA sostiene que es una forma de “proteger” al jugador británico. A esta idea hay que añadirle el sistema de puntos que la federación ha implantado. El futbolista debe llegar a 15 para fichar por un club de la zona. Se tendrán en cuenta tres aspectos importantes.
El primero, los partidos internacionales que ha disputado el jugador con su selección nacional. Como es lógico, para los más jóvenes cuenta la sub21. El segundo requisito es la calidad del club vendedor. Aquí se tendrá en cuenta en qué liga juega el futbolista. Es un criterio algo subjetivo. Se ponen unas ligas por encima de otras. Además, esto perjudica a los equipos de media o baja tabla que buscan talentos menos conocidos. No es lo mismo que venga el fichaje de uno de los mejores de un país. Eso da mayor puntuación.
Y tercero, lo que ha jugado con su club. El jugador tiene que haber sido importante. Tiene que haber disputado un gran número de partidos. Aquí, salen perjudicados los jóvenes que militan en equipos considerables, y que no tienen al principio tantas oportunidades.
Este caso le podría haber sucedido a Javier Manquillo, actual jugador del Newcastle. Es uno de los españoles que más tiempo lleva en Inglaterra. Pero, de haber sido antes el Brexit, Manquillo sería uno de los fichajes frustrados por las medidas.
“Un país como Inglaterra, que es un referente a nivel futbolístico, no necesita estas medidas”, Javier Manquillo
Con 20 años fichó por el Liverpool. Cuando ni siquiera había disputado 10 partidos en tres temporadas con el Atlético de Madrid. “El jugador joven va a salir muy perjudicado de esto. En cambio, la Premier League no lo será tanto. No hay muchos extranjeros que con tan pocos años logren ser una estrella de la competición. La liga no va a perder ese impacto que tiene”, explica Manquillo.
El madrileño lleva seis años de ensueño en Gran Bretaña, los cuales se habrían esfumado por el Brexit. “Un país como Inglaterra, que es un referente a nivel futbolístico, no necesita estas medidas. Es una pena que los jóvenes ya no puedan experimentar vivencias como las que tuve. Son cosas que nunca se me van a olvidar. Me da mucha lástima que se lo vayan a perder”, lamenta el futbolista.
Carlos Mendes sigue la misma línea que Manquillo: “Me da pena, porque el fútbol se conoce por la diversidad. Por las diferentes culturas y estilos de juego de cada país sobre el césped. Todo eso ha enriquecido al fútbol inglés, sobre todo en la Premier League. Es triste que las posibilidades se vean reducidas”, explica con semblante serio.
En definitiva, el criterio que ha tomado la FA premia a jugadores consagrados. A los que juegan con su selección y en un club con renombre. Es decir, el filtro solo lo pasan jugadores indiscutibles. Es cierto que los talentos locales tienen menos minutos, pero aprenden de jugadores consagrados. Esto es una medida bidireccional, pues los británicos que buscan oportunidades fuera serán extracomunitarios en la UE.
El papel del futbolista español en Inglaterra
En 1988, Nayim fichó por el Tottenham. Pero no fue un traspaso cualquiera. Este movimiento fue como abrir la caja de Pandora. El ceutí se convirtió en el primer fichaje español que jugaba en el país británico. Un hombre al que siguieron muchos. Todo por el afán de conocer la tierra donde nació el fútbol.
Nayim fue un pionero. Pero, la condición de aventurero moderno del jugador, no puede hacer olvidar a los primeros. Incluso antes de que se pudiesen fichar extranjeros. Es la historia de los niños de la guerra. La mayoría de ellos vascos, que tuvieron que exiliar durante la Guerra Civil. El bombardeo de Guernica provocó el estallido de la opinión pública inglesa, y lograron traer a los menores a las Islas.
“Todo jugador quiere tener una etapa en Inglaterra”, Javier Manquillo
Pero los que a priori venían para unas semanas, permanecieron años. Aquellos niños encontraron su recoveco en el fútbol: Emilio Aldecoa, José Gallego. y un jugador histórico, Raimundo Pérez Lezama. Un portero innovador a la hora de defender el arco.
En una etapa de fútbol moderno (2004) surgió el Spanish Liverpool. Una historia de idilio entre el equipo inglés y los españoles, que comenzó con el
fichaje de Rafa Benítez como entrenador. Con la llegada del técnico, desembarcaron una gran cantidad de paisanos: Xabi Alonso, Morientes y Luis García. Aquel equipo se proclamó campeón de Europa. Tras aquella gesta, el conjunto inglés no ha dejado de fichar españoles. Cerca de 20 futbolistas en las dos últimas décadas.
El Liverpool fue un punto de inflexión. Llevó a la popularización del producto futbolístico nacional a las Islas Británicas. ´Uno que pertenece a esta lista de jugadores, Javier Manquillo, afirma haber sido influenciado por aquella etapa: “Desde aquel momento en el que llegó Benítez, los españoles empezaron a mirar a Inglaterra. Todos queríamos ir”.
Después del Liverpool adoptó ese modelo el Swansea, el Chelsea, el Manchester United y City, etc. Los datos oficiales recogidos en Transfermarkt apuntan a que más de 150 españoles han jugado en Primera División inglesa. En la actualidad, 28 futbolistas se encuentran en la Premier League. Un total de 47 españoles si se cuentan el resto de divisiones. Ninguna otra liga importante de Europa acoge a más futbolistas de la península: Italia (23), Portugal (13), Alemania (10) y Francia (8).
Los ingleses no solo se lucraron de los españoles a nivel deportivo. Según Transfermarkt, desde el comienzo del milenio, los clubes ingleses han recaudado por ventas poco más de 650 millones de euros. Aunque invierten mucho más dinero, 1.538 millones en las dos últimas décadas.
“A los ingleses les llama mucho la atención la técnica de los españoles. Creen que somos mejores en cuanto a formación. Les maravilla nuestra visión de juego. Nuestra capacidad técnica. La forma de jugar al fútbol con tranquilidad es lo que les atrae”, explica el futbolista Carlos Mendes.
¿Qué le motiva al español de Inglaterra?
La Premier League es la que más recauda por derechos televisivos. Por lo tanto, cuanto más dinero, mejores jugadores. El nivel es altísimo. Pues el peor equipo de la competición tiene mayor presupuesto que muchos clubes importantes en España. Pero esto no ocurre por arte de magia, todo tiene una base. Su gente.
“Cuando estaba en el Liverpool era increíble jugar como local en Anfield. Y cualquier sitio que vas de visitante te impresiona, los ingleses son los que más lo viven sin duda. La pasión que tienen por el fútbol es única, y eso se
transmite a los jugadores. Todo futbolista quiere tener una etapa en Inglaterra”, afirma el jugador.
No es el único motivo. Muchos profesionales consideran que Inglaterra a nivel de recursos ofrece lo mejor para el jugador. “Las divisiones inferiores en Inglaterra están muchísimo más profesionalizadas que en España. La cuarta categoría, donde juego, no tiene nada que ver con la española. Un equipo de mi división, por nivel, estaría entre Segunda División y Segunda B de España”, explica Mendes.
Nadie se salva de la política. Tampoco el deporte. Tanto, que puede separar lazos entre ingleses con el resto del mundo. Todo, en un fútbol moderno que cada vez se empapa más a nivel global.
