Una rotura en el tablero de la canasta donde el Valencia calentaba provocó que el partido se retrasara hasta la hora y 10 minutos.
Tras un eterno calentamiento previo al partido a las 21:40 dio comienzo al partido. Un calentamiento que al que más afectó fue si lugar a dudas a Eyenga, que no solo salió enchufado (7 puntos en los cuatro primeros minutos) sino que también emocionalmente estaba bastante «calentito», tuvo que ser sustituido por realizar dos faltas en apenas cuatro minutos. La estrella del Valencia Basket, Fernando San Emeterio con 11 puntos al término de los primeros diez minutos. En general, el primer cuarto fue un constante toma y daca de ataques entre ambos equipos, con jugadas y acciones dignas de admirar, terminando de esta manera con un empate a 27.
Mucho daño desde la línea de tres años
El segundo cuarto comenzó algo más calmado que el anterior. El conjunto visitante insistió e insistió desde la línea de tres, sin embargo, estuvieron mucho menos acertados que en el primer cuarto donde realizaron un 4/6. El Fuenlabrada no se decantó tanto por los triples, Kratrsyov tras conectar dos alleyhoops, igualó en puntos a Eyenga como máximo anotador del equipo local con siete puntos. A falta de tres minutos para el final de la segunda parte el conjunto valenciano puso tierra de por medio tras una gran jugada individual con terminación en bandeja de Joan Sastre, poniendo momentáneamente una diferencia de cinco puntos de ventaja. Los jugadores de ambos equipos se marcharon a vestuarios con un 47-52 en el marcador favorable al cuadro visitante, los valencianos con un 9/19 en triples lograron distanciarse en el marcador.
Tras su gran manejo de la organización del equipo en el segundo, Ponsarnau decidió incluir en el quinteto inicial del tercer cuarto a Guillem Vives. Eyenga entró de nuevo en el parqué como en el inicio del encuentro, enchufadísimo, anotando un triple nada más acabar la primera parte. Pero el conjunto que hoy jugaba de negro anotó en varias jugadas seguidas poniendo una distancia de hasta nueve puntos . Finalmente, el penúltimo de los cuatro cuartos, el electrónico indicaba un 63-68, gracias a un triple sobre la bocina de Popovic el conjunto fuenlabreño logró reducir la diferencia a cinco.
El acierto contra la garra
Los triples siguieron haciendo mucho daño al cuadro madrileño, dos triples volvieron a poner al conjunto ché a nueve de diferencia. La afición local, no estaba para nada contenta con las decisiones arbitrales. A pesar del acierto desde la línea de tres puntos, los del sur de Madrid con garra y orgullo se negaron a darse por vencidos. Y así lo hicieron, un tiempo muerto bastó para que Cruz anotará dos triples seguidos para poner el empate na 76 en el marcador. Y todo esto a falta de cinco minutos para el final, un partido de esos en los que el espectador disfruta viendo el partido. Las cinco faltas llegaron muy pronto, por lo que la mayoría de los puntos fueron desde la línea de tiros libres. Tras una canasta de un enorme Cruz, el Fernando Martín estallaba de alegría y más aún con un triple de Popovic para poner la máxima distancia en el marcador favorable a 5 puntos. Y a falta de 5 segundos para le final del duelo, Eyenga forzó una falta, anotó los dos tiros libres, poniendo la diferencia de cinco puntos y sentenciando el duelo.
El Fuenlabrada se llevó una victoria en un partido muy disputado y disfrutón. El coraje y la garra venció a la calidad de los jugadores valencianistas.